Debiles e insuficientes, remesas que llegan a hogares chiapanecos

A nivel nacional, las familias de los municipios indígenas del estado pertenecen al 12 por ciento de los hogares receptores de este apoyo desde Estados Unidos

Portavoz / Staff

[dropcap]L[/dropcap]os migrantes viajan a países del Norte con el sueño de conseguir un buen empleo para darles a las personas que abandonaron, un mejor futuro. A nivel nacional, las familias de los municipios indígenas de la entidad pertenecen al 12 por ciento de los hogares que son receptores de remesas desde Estados Unidos (EU). Sin embargo, los recursos enviados por los migrantes no son suficientes para mejorar la realidad económica de sus lugares de orígenes, ya que el dinero sólo permite cubrir gastos esenciales.
Carolina Sánchez García, integrante del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad de la Universidad Autónoma de México, explicó que en el caso de las remesas que llegan a familias indígenas no tienen incidencia mayor en la economía local, debido al alto nivel de pobreza.
Según datos retomados por La Jornada Maya, la especialista agregó que estos recursos –alrededor de 6 por ciento de los ingresos totales por remesas a México en 2014– son utilizados para cubrir gastos básicos como alimentación, vestido, vivienda, salud, educación, deudas y créditos; por lo tanto, no hay un excedente que les permita ahorrar o invertir.
Sánchez García, quien además es consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), informó que la pobreza ha impulsado a los indígenas a involucrarse cada vez más en los procesos migratorios y han diversificado sus destinos a EU y Canadá, sus rutas y los mercados de trabajo a los que se incorporan, como la agricultura, los servicios, la industria de la construcción y la maquila, entre otros.
En su ponencia «Cultura, transferencias salariales y migración», la especialista expuso que hay alrededor de 31 grupos étnicos con gran dispersión en México. Los mayas, por ejemplo, están presentes en 50 estados, los tarahumaras en 41 y los mixtecos en 40.

Estadísticas

De igual forma, en el seminario de investigación «Sociedad del conocimiento y diversidad cultural» se afirmó que, en términos generales, en México se ha declinado la proporción de familias receptoras de remesas desde 2006, cuando el 7.1 por ciento de ellas las recibían.
Según datos de la Secretaría de Gobernación, en 2014 se registró que el 4.1 de los hogares –indígenas o no– les llegaban recursos del exterior, lo que se convierte en la menor proporción desde 1996.
Las otras entidades que envían recursos son Yucatán, Oaxaca, Hidalgo, Guerrero, Michoacán, Puebla y Veracruz; esto evidencia que el fenómeno de las remesas no está concentrado en una sola región, sino que varía en distribución y comportamiento de cada grupo étnico.
Así, las estadísticas muestran que mientras en Yucatán y Oaxaca, 51 y 36 por ciento, respectivamente, de los hogares ubicados en municipios indígenas recibió dinero desde EU, en Michoacán apenas lo hicieron 3.3 por ciento. Ello, pese a que se trata de una de las fuentes generadoras de divisas más importantes para el país, después de las exportaciones de la industria automotriz y del sector agroalimentario.
Al cierre de 2016, según datos de La Jornada Maya, el envío de recursos a los mexicanos alcanzó un monto de 26 mil 970 millones de dólares, 8.8 por ciento por arriba del cierre del año previo. Dicha cifra supera el nivel alcanzado de 2007, con lo que establece un nuevo récord en la llegada de divisas al país por este concepto.

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