El gran vertedero capitalino

La crisis por el deficiente servicio continúa; la disputa entre Proactiva y el Ayuntamiento capitalino parece no tener fin y en el fondo de todo, la población está obligada a ser consciente y a evitar tirar desechos en las calles

Óscar Aquino / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]n los últimos días Tuxtla Gutiérrez ha sufrido las consecuencias de la disputa que sostienen la empresa Proactiva, encargada de la recolección de basura en la ciudad, y el Ayuntamiento capitalino, encabezado por Fernando Castellanos Cal y Mayor.
Gracias a la suspensión del servicio por dicha compañía, las calles de Tuxtla se han llenado de bolsas de basura en las esquinas, mismas que son sacadas por la población, a pesar de que hay un aviso de que los residuos no serán recogidos. Ante dicha situación, brigadas de limpieza municipal, ayudadas con vehículos de volteo y camiones de redilas, han hecho un esfuerzo por levantar la mayor cantidad de basura que les es posible, pero no es suficiente, el problema sigue.
La ciudadanía tuxtleca ha utilizado diversos medios para denunciar la situación. Las redes sociales se han infestado con fotografías de diversos puntos de la ciudad en donde sigue amontonada la basura desde hace más de tres días, por ejemplo, la colonias Castillo Thielmans, Terán, Bienestar Social, entre otras.
No obstante, la seria problemática de contaminación que se vive a consecuencia de lo ya citado, durante el fin de semana, la población dejó mucho qué desear con su comportamiento dentro del Carnaval de Tuxtla, el cual finalizó el domingo con un concierto en la plancha del parque central.
Después de la presentación musical se pudo ver el parque central completamente tapizado de botellas de plástico, vasos, bolsas, envolturas de frituras y demás. Decenas de kilos de basura tirados sin la menor conciencia a pesar de la situación actual que se vive con el problema de los deshechos.
El domingo por la tarde, cerca del barrio Niño de Atocha, se realizó un evento de carácter político con mujeres a quienes repartieron despensas. Al finalizar el acto, la calle volvió a verse llena de basura. En el piso dejaron las cajas de cartón en las que guardan las despensas, también había envolturas de plástico y botellas.
En tanto, y en continuidad con el caso entre el Ayuntamiento y Proactiva, el primero de ellos emitió un comunicado de prensa durante el fin de semana, en él aclara que el adeudo de 180 millones de pesos que argumenta la empresa recolectora mantiene, se debe al «irracional e ilegal aumento de la tarifa que realizaron en 2010».
El Ayuntamiento también argumenta que Proactiva ha incumplido con algunos puntos establecidos de inicio en el contrato, por ejemplo, «el uso de sólo 25 camiones en lugar de los 38 convenidos; el no funcionamiento de las bandas de separación, cero uso de barredoras automáticas; así como el uso de sólo dos de las siete tolvaneras convenidas».
Hay que recordar que el pasado 20 de febrero, Proactiva, por medio de una cobranza pública, anunció que suspendería los trabajos de recolección en el primer cuadro de la ciudad, a lo cual, la Fiscalía Ambiental del Estado decidió clausurar el relleno sanitario utilizado por la empresa.
El día de ayer, el ambientalista tuxtleco Héctor Montesinos acudió a las instalaciones del relleno sanitario para verificar que los empleados de Proactiva mantienen cerrado el paso a los camiones del Ayuntamiento, por lo que muchos residuos han sido dejados en el camino hacia dicho relleno.

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