Maltrato y humillacin, el precio del salario rosa

La forma cómo se entregan estos apoyos ha llegado a atentar contra la vida de los beneficiarios, pues en la mala organización de la mayoría de los eventos que se han realizado ha habido mujeres lesionadas, golpeadas y desmayadas por deshidratación, falta de alimento, cansancio y golpes

Portavoz Staff

[dropcap]L[/dropcap]as carencias en las que vive la mitad de la población chiapaneca dan lugar al clientelismo político, mediante la creación de programas sociales. No obstante, la forma cómo se entregan estos apoyos han llegado a atentar contra la vida de los beneficiarios, pues en la mala organización de la mayoría de los eventos que se han realizado en la entidad, ha habido mujeres lesionadas, golpeadas y desmayadas por deshidratación, falta de alimento, cansancio y golpes.
Los eventos del programa «Bienestar Salario Rosa para Jefas de Familia» son los ejemplos más recientes que ilustra lo anterior, los cuales han dejado a varias mujeres maltratadas en ocho municipios de Chiapas. Los hechos más graves se presentaron el lunes pasado en Tonalá y Tapachula, en donde se registraron varios intentos de enfrentamiento, de acuerdo con información retomada del portal El Porvenir.
Esto después de que se anunciara que no se pagaría el apoyo por la falta de recursos. En el caso de Tonalá, los grupos de rescate y Protección Civil del estado reportaron la atención de 12 mujeres que se desmayaron por deshidratación, falta de alimento, golpe de calor, hipoglucemia e hipertensión arterial, tras estar varias horas bajo el sol y con temperaturas de 40 grados, según dicho medio.
Mientas que en Tapachula, con una aglomeración de unas 6 mil mujeres, personas no identificadas golpearon fierros cuyos ruidos parecían balazos, lo que provocó una estampida en la que resultaron varias mujeres de la tercera edad lesionadas y con golpes, según denunciaron comerciantes de la organización Procentro.
Para el encuentro, las futuras beneficiarias fueron citadas a las 10:00 horas, pero inició seis horas más tarde. Después del acto puede tomar todavía hasta tres horas repartir las tarjetas en las que recibirán los apoyos económicos.
«Es vergonzoso e inhumano el trato que se les dio a los miles de mujeres, la mejor forma de festejarlas es respetando su dignidad y no exponiendo su integridad física y la de sus hijos», comentó César García. Miguel Reyes del Pino, integrante de la organización Unidad Ciudadana, quien además, presentó una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos debido a que en el evento del lunes no se cumplieron los protocolos de la Ley de Protección Civil para actos masivos.
No es la primera vez que ocurren estas faltas. En febrero pasado, cansadas de esperar la inauguración del programa, una turba de beneficiarias del municipio de Villaflores arrebató las despensas que se planeaban entregar en esa ciudad. El helicóptero de las autoridades del gobierno aterrizó cuando iniciaba el descontrol.
Decidieron realizar dicha acción, impacientadas y molestas por la tardanza que los caracteriza; además, hay fotos en redes sociales de usuarios y medios locales que muestran a varias mujeres desmayadas por insolación. Mientras que el video publicado por varios ciudadanos y medios locales, muestra cómo la gente tiró la cerca de metal para llevarse las canastas básicas.
Esto se debe a la falta de protocolos de seguridad, desorganización y tardanza de las autoridades del gobierno del estado. De igual forma, los lugares donde se entregan los apoyos de programas sociales no cuentan con suficientes sanitarios, disponen de pocas sillas y a veces no son aptos debido a las altas temperaturas que se registran.
Aunado a ello, en los encuentros masivos asisten hasta 12 mil mujeres, entre ellas adultas mayores, embarazadas y personas con alguna discapacidad, quienes han estado expuestas a una tragedia mayor, de acuerdo con información del portal El Porvenir.

Una falta de respeto: especialistas
Los especialistas en temas de pobreza y políticas públicas coincidieron en que este tipo de reuniones masivas son una falta de respeto a las mujeres de la entidad. Ante esto, consideran que la solución para romper el clientelismo político y dichas situaciones, respecto a la asignación de programas sociales, es crear un real padrón único de beneficiarios, con base en El Universal.
El experto en el tema de marginación y pobreza, Rogelio Gómez Hermosillo comentó que convocar a dichos encuentros masivos que generan largas filas y horas de espera, es una gran falta de respeto a este sector de la población chiapaneca «y contradice el más elemental respeto a la ciudadanía. Si además se hace con personas que viven en lugares más lejanos que requieren transportarse y que tienen múltiples carencias, es muy grave».
Asimismo, señaló que en el estado se han dado experiencias muy negativas de uso político de la pobreza, y que es uno de los «más graves males de la política social y explica por qué no hay resultados. En Chiapas, de 2012 a 2016 la pobreza ha crecido, en más de 300 mil personas, y afecta a más de 4 millones de personas», argumentó Gómez, según dicho medio.
Indicó que la mejor solución para romper el clientelismo político en la asignación de proyectos sociales es un real padrón único de beneficiarios, el cual se trataría de «no una base de datos de quienes reciben apoyos, sino un registro ciudadano, censal y transparente, que sea la base para asignar cualquier tipo de apoyo en efectivo o en especie. Esto se ha pospuesto desde hace 10 arios o más», aclaró.
Por su parte, la investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Carola García, consideró que estos mecanismos de entrega de ayuda social es algo actual, sino que ha sido una costumbre en la política mexicana, pero en la entidad esta práctica se ha vuelto común, y manifestó aparte de ser actos que van en contra de la dignidad humana, afectan la democracia en el país.
«Desde los sismos hemos visto que ha aumentado el tema de la ayuda condicionada, pero el gobierno de Chiapas ha implementado varios programas enfocados a mujeres, tiene como seis programas que se supone que son para apoyo a jefas de familia, pero no ha disminuido la pobreza y pobreza extrema», sostuvo.
En tanto, Ivonne Acuña, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Política de la Universidad Iberoamericana, opinó que esta clase de circunstancias se agregan a la larga lista de abusos que sufren las mujeres indígenas, «estrategias que buscan sacar provecho de la entrega de recursos públicos, recursos que debe la gente entender que no es dinero de los políticos, sino que es dinero de la propia gente. Se debe terminar con estas prácticas de abuso», puntualizó.
Y finalizó reafirmando la postura de Gómez: «La solución para romper el clientelismo político en la asignación de programas sociales es un real padrón único de beneficiarios, que sea base para dar cualquier apoyo».
Respecto a esta cuestión política, de acuerdo con información de Proceso, Horacio Duarte, representante de Morena ante el Instituto Nacional Electora (INE), denunció que la entrega del «Salario Rosa» en eventos masivos se extendió del Estado de México a Chiapas, con el propósito de beneficiar al candidato presidencial del Revolucionario Institucional, José Antonio Meade.
Dijo que «son utilizados con la finalidad de inducir o coaccionar el voto a favor de la coalición Todos por México, y violentan la equidad de la competencia entre los partidos políticos».
A finales de febrero pasado, Morena presentó una primera queja contra dicho programa, la cual fue remitida por el INE al Instituto Electoral del Estado de México y que aún sigue sin resolución.

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