Raices vivas en los zoques de Tuxtla

El libro «Zoques de Tuxtla» es una recopilación visual y etnohistórica de una cultura que subsiste entre la dinámica voraz de una ciudad que se transforma todos los días

Fotografías de Ariel Silva

[dropcap]Y[/dropcap]a se ha hablado de la cultura Zoque en Tuxtla antes, abordando temas referentes a cómo sobreviven en la ciudad, relacionados con su posible extinción, o incluso, recibiendo críticas por la aparente «modificación» en algunos de sus rasgos «originales». Ahora es a través del libro «Zoques de Tuxtla», investigación que reúne diferentes particularidades de esta cultura y que forma parte del testimonio histórico de la capital.


Cada carnaval, los zoques se vuelven tema de conversación; los vemos recorrer las calles donde se coordinan con los autos para pasar. El Instituto de Arte y Cultura de Tuxtla Gutiérrez ha decidido apostar por difundir información sobre esta cultura. A manera de testimonio etnohistórico y visual, «Zoques de Tuxtla» pasa a ser una fuente bien producida y respaldada por investigadores de la talla de Juan Ramón Álvarez Vázquez, Sergio de la Cruz, Fábregas Puig y Ricardo García y Lisboa, coordinados por Roberto Ramos Maza.


El libro consta de un recorrido histórico, acompañado del trabajo fotográfico de Mariauxilio Ballinas, Rafael Araujo, Ariel Silva y Roberto Chávez; enriquecido con una buena edición y texto en esencia etnohistórico.
¿Por qué es importante indagar más de los zoques? la respuesta radica en el término «identidad», algo que en Tuxtla cada vez es más difícil de hallar; a razón de la dinámica que exige una ciudad en constante crecimiento urbano, económico y cultural. Como capital, la ciudad reúne a múltiples culturas que conviven, se relacionan, y crecen juntas, haciendo de los zoques el vínculo con sus orígenes históricos.


La cultura zoque aún existe entre las nuevas generaciones mestizas, ¿en dónde? a través de sus tradiciones, de la indumentaria, de la gastronomía, del lenguaje; sólo que se suele ignorar el origen de estas.
Leer a los zoques es voltear a la esencia de Tuxtla y sus alrededores, es darle significado a nuestro legado cultural y reconocer nuestra identidad, ahora mestiza, pero también heredera de conocimientos intangibles.
Ahora sólo falta ver cómo se comparte esta información; ya que es un libro que no merece ser olvidado en las bibliotecas, o en los libreros de las casas; es un producto que tiene que ser leído, compartido, razonado y que llegue a los espacios educativos.

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