Seguiran muriendo

El presidente municipal de Chalchihuitán asegura que el gobernador lo trata «como perro» al no atender los llamados de auxilio

Portavoz Staff

[dropcap]E[/dropcap]l diputado por el partido Movimiento de Regeneración Nacional, Guillermo Santiago Rodríguez propuso un punto de acuerdo para pedir a las autoridades competentes dar pronta solución al conflicto entre las comunidades de los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, así como para priorizar la atención a los desplazados.
En su escrito —que compartió vía Twitter— consideró que la inclusión de las localidades indígenas a otro sistema normativo (distinto a los usos y costumbres) «sin el diálogo y análisis adecuado, ha hecho de Chiapas, un estado caracterizado por la constante presencia de problemáticas sociales, políticas y agrarias, que han desembocado en acciones tales como: la toma de dependencias gubernamentales, bloqueos carreteros y constantes enfrentamientos».
«En este momento, es de necesidad inmediata atender lo que está sucediendo en Los Altos de Chiapas, donde desde octubre del presente año se ha presentado un conflicto entre Chalchihuitán y Chenalhó, ambos municipios indígenas chiapanecos. La magnitud del conflicto aumenta día con día al punto de considerarse una auténtica situación de emergencia humanitaria», añadió.
El conflicto territorial entre los Altos de Chiapas ha causado la muerte de cuatro niños pertenecientes a las familias que han sido desplazadas, dio a conocer estos dias el alcalde de Chalchihuitán, Martín Gómez Pérez.
El portal Animal Político retomó la información y difundió dos videos en los que se relatan las condiciones de miedo, hambre y frío que padecen más de mil personas originarias de Chalchihuitán, quienes han tenido que dejar sus casas para escapar de la violencia persistente en la región.
«No hay paso, nuestros caminos están bloqueados, necesitamos de su apoyo… niños, adultos y mujeres embarazadas están sufriendo por el frío en el monte… no tenemos medicinas, ni con que atender a la gente… por eso le pedimos a nuestro gobernador que nos apoye», comentó el alcalde en un video que fue difundido en Facebook.
Por su parte, en relación con la muerte de tres niños menores de cuatro años y un bebé de tres días de nacido, el diario La Jornada dio a conocer que sus decesos ocurrieron a consecuencia del frío y el hambre que enfrentan en el monte, donde los desplazados se mantienen escondidos de los balazos que todo el día se pueden escuchar en su comunidad. Además, el párroco de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez, asegura que tres personas adultas perecieron por las mismas razones.
En esos videos, el alcalde de Chalchihuitán desmiente versiones hechas por gente de Chenalhó, quienes han dicho que en la zona ya hay paz. El edil cuenta que hay mucha gente enferma, mientras que los accesos continúan cerrados y dominados por grupos paramilitares, quienes tienen amenazados de muerte a los pobladores de ese sitio.
Los afectados por este conflicto narran que estos grupos han quemado sus pertenencias y cosechas, por los que ahora tienen que dormir en el monte, ante la indiferencia de las autoridades.
Animal Político también informó que el pasado 4 de diciembre, una comitiva conformada por autoridades de Chalchihuitán solicitó una audiencia con el gobernador Manuel Velasco Coello, quien, hasta ahora, no los ha atendido a pesar de lo crítico de la situación. «Perdonen lo que voy a decir, pero el gobernador me trata como a un perro. Sólo hemos podido hablar con unos licenciados y unos ingenieros que únicamente dicen, pero no le dan atención a la gente», asevera el alcalde en un video.
De parte de Manuel Velasco, aseguran, sólo ha habido promesas como la de firmar convenios de civilidad y respeto mutuo, además de anunciar la entrega de despensas en las zonas involucradas, aunque, igual que en los casos anteriores, no ha hecho nada.
Finalmente, la alcaldesa de Chenahló, Rosa Pérez, desde el pasado 16 de noviembre dijo que daría la orden de desbloquear los caminos de Chalchihuitán e impulsaría un tratado de paz, de las cuales ninguna ha sucedido.
Por su parte, las autoridades estatales —mediante un comunicado de la Secretaría de Salud— anunciaron no tener reportes de los fallecimientos de los niños y los adultos en esa localidad de los Altos-Norte de Chiapas.
Hay 18 unidades médica móviles para atender a la población en los límites de ambos municipios, según la dependencia; las brigadas de salud que intervienen en esos lugares no han notificado de fallecimientos. Hasta el momento, las unidades médicas han atendido 12 comunidades de ambos municipios, donde se han proporcionado mil 900 consultas, se lee en la información.
De acuerdo con datos recabados por El Universal, uno de los médicos desplegados en la zona de campamentos, identificado como Julio César Violante Huerta, los riesgos de nuevos decesos permanecen por las enfermedades, las bajas temperaturas, la desnutrición y la falta de atención médica adecuada.
El médico, colaborador de la misión jesuita en el ejido Bachajón y de Cáritas, aseguró que las muertes de los cuatro menores (dos niños y dos niñas) y los dos adultos mayores tsotsiles ocurrieron del 3 al 10 de diciembre en el campamento II de la comunidad Pom.
«Murieron de infecciones en vías respiratorias, no fueron atendidos a tiempo. Fue una condición de enfermedad, se exacerbó con el clima y con la condición humana de desplazamiento de vivienda», sostuvo para el medio nacional.
Además, alertó sobre riesgos entre los desplazados por enfermedades diarreicas y respiratorias. «Se tiene un porcentaje, el 40 por ciento son niños vulnerables y el 20 por ciento adultos mayores, es decir, el 60% de los desplazados son vulnerables», dijo.

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