Este 1 de octubre, Claudia Sheinbaum Pardo asumió la presidencia de México, marcando un hito histórico. Reafirmó su compromiso de continuar con el movimiento de López Obrador y profundizar un proyecto de nación enfocado en el bienestar social
Aquínoticias Staff
El 1° de octubre de 2024 marca un hito en la historia política de México. Claudia Sheinbaum Pardo, primera Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, toma posesión de su cargo con un discurso que no solo simboliza la continuación de la llamada Cuarta Transformación iniciada por Andrés Manuel López Obrador, sino que inaugura una nueva etapa bautizada como «El Segundo Piso». Este concepto no es meramente simbólico; representa la profundización de un proyecto de nación que pone énfasis en el bienestar social, la igualdad sustantiva y la participación activa de las mujeres en la vida pública.
Un momento histórico para las mujeres
El mensaje de Sheinbaum resuena con un tono de reivindicación histórica, subrayando que, por primera vez en más de 500 años, son las mujeres quienes conducen los destinos de México. “Llegamos todas”, afirmó con contundencia, destacando no solo su propia figura, sino la de todas las mujeres que, de manera visible o anónima, lucharon por un país más equitativo. En este contexto, Sheinbaum posiciona su presidencia como un logro colectivo, reflejo de un anhelo de justicia e igualdad de género que ha tardado siglos en materializarse.
Continuidad y expansión de los programas sociales
Sheinbaum, quien ha sido una aliada cercana de López Obrador, no dudó en reconocer su legado como uno de los más significativos en la historia reciente de México. “Andrés Manuel López Obrador, uno de los grandes, el dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna”, sentenció en su discurso. Esto reafirma su compromiso de dar continuidad a los programas emblemáticos que definieron la gestión anterior, como la pensión universal para adultos mayores, las becas Benito Juárez, y los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.
Sin embargo, la nueva presidenta no solo busca mantener estos programas, sino expandirlos con nuevas iniciativas que reflejan su propio enfoque en el bienestar. Entre los anuncios más destacados se encuentran tres nuevos programas sociales: apoyo económico para mujeres de entre 60 y 64 años, becas para estudiantes desde preescolar hasta secundaria en escuelas públicas, y consultas médicas a domicilio para adultos mayores. Además, Sheinbaum prometió la creación de 300 mil espacios nuevos en universidades públicas, consolidando así su apuesta por la educación como pilar de desarrollo.
Infraestructura para la Conectividad y el Crecimiento
En el ámbito de infraestructura, la ampliación del Tren Maya y la construcción de la Línea K del Tren Interoceánico son proyectos clave en esta nueva etapa. Sheinbaum subrayó su compromiso con la creación de nuevas líneas de tren de pasajeros que conectarán a la Ciudad de México con Pachuca, Nuevo Laredo y Nogales, además de rescatar la línea ferroviaria que conduce a Veracruz. Estos proyectos no solo buscan mejorar la conectividad del país, sino también impulsar el desarrollo económico en regiones históricamente marginadas.
El humanismo mexicano como guía de Gobierno
Uno de los puntos centrales de su discurso fue la presentación de los diez principios del «Humanismo Mexicano», un ideario que guiará su gobierno y que incluye conceptos como la prosperidad compartida, la austeridad republicana, la igualdad sustantiva y la libertad. Estos valores, afirmó Sheinbaum, serán fundamentales para construir un país más justo y equitativo. “Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación”, enfatizó, en un llamado a la fraternidad y al reconocimiento de la diversidad como base de una sociedad más igualitaria.
Reforma al Poder Judicial: democratización y transparencia
Uno de los puntos más polémicos de su discurso fue la reciente reforma constitucional al Poder Judicial, que permitirá la elección popular de jueces, magistrados y ministros. Sheinbaum defendió esta reforma como un paso hacia una mayor autonomía y transparencia en el sistema judicial, alejándose de cualquier sospecha de autoritarismo. “Queremos que se termine la corrupción en el Poder Judicial”, afirmó con firmeza, garantizando que este nuevo modelo asegurará la elección de funcionarios judiciales capacitados y comprometidos con el pueblo.
Un futuro de esperanza y progreso
El discurso de Sheinbaum deja en claro que su gobierno estará marcado por la búsqueda de una transformación profunda, basada en la inclusión, la justicia social y la equidad. Sus palabras finales fueron un compromiso contundente: “No les voy a defraudar”. Con la implementación de nuevos programas sociales, la reforma judicial y el énfasis en una infraestructura que impulse el desarrollo, Sheinbaum busca consolidar un México más próspero, justo y democrático.
Este «Segundo Piso» de la Cuarta Transformación no es solo una continuación, sino un paso más allá, con un enfoque renovado en la equidad de género, la justicia social y el bienestar de todas y todos los mexicanos. El reto ahora será cómo esta visión se traduce en resultados tangibles que mejoren la vida de la ciudadanía.