Palestra

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Un aliado en la muñeca La seguridad de las mujeres en Chiapas es un asunto apremiante, no es precisamente el tiempo en que puedan caminar solas con tranquilidad, no lo

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

El Sur no sólo existe Célebre es el poema El Sur también existe, de Mario Benedetti: aquí abajo el hambre disponible recorre el fruto amargo de lo que otros deciden.

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

100 días antes Al ganar la elección presidencial estadounidense de 1932, Franklin Delano Roosevelt prácticamente desapareció. No habló de planes de gobierno, ni de designaciones en su gabinete, ni se

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Ganamos Rosy Urbina es la primera mujer en ganar la diputación federal por el Distrito XII, como antes fue la primera mujer gobernando Tapachula. Ganó sólo con Morena, sin el

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

No por mucho rugir El juego de los cinco hermanos es una célebre caricatura sobre el Imperio napoleónico publicada en 1807. El tema central es el nepotismo de la Casa

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Que venga lo que tenga que venir Sí, suena a plablismo, pero con la actual coyuntura político-electoral en el estado es difícil no pensar en los paralelismos que existen con

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Desde lo local He estado en la capital de Chiapas desde 2004 y cada nueva elección se dice más o menos lo mismo: Tuxtla se cuece aparte. La concentración de

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Construir en la diferencia En política también llueve y, como es natural, perder duele. Las noches tristes suelen ocurrir cuando de verdad se apuesta a ganar. El duelo en estos

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

Administrar el triunfo Alejandro Magno, tremendo conquistador, cosa buena no fue. Cuando tuvo que mostrar crueldad, la mostró. En Tiro, por ejemplo, no dudó en cercarle un largo tiempo por

Palestra / Rodrigo Ramón Aquino

ERA de reconciliación La visita de Zoé Robledo a Eduardo Ramírez Aguilar en el Senado de la República, cuya foto enmarca un firme y sonriente apretón de manos, ratifica su