No sorprende que fuera en San Cristóbal en dónde el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y la directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga Delgado, firmaran el convenio para Garantizar el Derecho a la Identidad de la Población Indígena.
En esa misma ciudad el Papa Francisco tendrá un encuentro con decenas de miles de indígenas católicos.
Es algo así como la avanzada de un reconocimiento de identidad nacional, pues es cosa común que los niños no sean registrados por sus padres en el medio indígena, aspecto éste que se registra también en Oaxaca y Guerrero, que junto con Chiapas, son los estados en dónde se requiere dotar de acta de nacimiento a mucha gente que no la tiene, según señaló el mandatario Manuel Velasco, que atestiguo está firma.
Esta necesidad se empezó a instrumentar desde 2014, esto porque por incomunicación o falta de recursos, no adquieren un registro formal de nacimiento que les de identidad y permita desde luego, a decenas de miles, conseguir otros documentos básicos como la credencial electoral, licencia de conducir, y desde luego, tramitar derechos ante la autoridad.
Muy aparte de los lucimientos que son innecesarios, está el hecho de que sí es importante que cada persona del medio indígena cuente con su acta de nacimiento, siempre y cuando se compruebe que es de dicha comunidad y solo esperemos que los vivales de siempre no se pongan a vender actas de nacimiento a personas que no son mexicanas.
Para éste evento llegaron representantes de los 68 pueblos originarios de la República Mexicana; a ellos el secretario Osorio Chong explicó que en el país existen 4 millones de personas no registradas que no gozan de sus derechos natos «por lo que con este programa se tiene el objetivo principal de darles visibilidad y que puedan tener acceso a programas federales y servicios básicos, derechos que les otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos».
Es cierto.
Insisto en que no era necesaria tanta escenografía para firmar éste programa, pero en éste país así se estila y así va a seguir por mucho tiempo.
En su intervención Velasco Coello hizo referencia a lo expuesto líneas arriba: que de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca cuentan con las tasas más altas de nacimientos no registrados en el país, y aunque disculpó en esto a los indígenas, si acertó en que se debe con mucho a la ausencia de dichos servicios para tal registro, pues la entidad enfrenta un problema estructural como la dispersión poblacional, pues más de 17 mil localidades tienen hasta menos de 250 habitantes, esto es que existen más de 700 mil personas a quienes es complicado llevar los servicios públicos.
Es la llamada población dispersa, pero también un poco el hecho de que a los alcaldes de los municipios indígenas no les ha interesado mucho que sus gobernados tengan una identidad formal.
Ahora sí que se tendrán que poner a trabajar en eso, porque más de 700 mil actas de identidad si que van a ameritar no solo empeño, sino la certificación de que se le entrega a quien en verdad corresponde.
