Para prevenir enfermedades crónicas degenerativas tales como la diabetes, hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares recomiendan a los padres incluir frutas y verduras en la dieta de los niños, sin olvidar la actividad física
Redacción
[dropcap]P[/dropcap]ara que niñas y niños tengan un buen crecimiento y desarrollo necesitan consumir alimentos saludables en cantidades adecuadas y realizar activación física, esto evitará que se produzcan alteraciones como la obesidad, por lo que la Secretaría de Salud del estado exhorta a madres y padres de familia a seguir estas recomendaciones para modificar los hábitos de vida de los menores, principalmente en estas vacaciones de verano.
La Responsable estatal del programa Nutrición en la Infancia, María Elena Montesinos Álvarez, destacó que la Secretaría de Salud del estado promueve recomendaciones de hábitos saludables a través de las unidades de salud, para prevenir enfermedades crónicas degenerativas tales como la diabetes, hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares.
Mencionó que en esta época de vacaciones de verano se incrementan los problemas de alimentación en la niñez porque se alteran los hábitos de alimentación, ya que los menores modifican su rutina diaria; por ejemplo, mientras ven la televisión comen por inercia y no miden lo que comen, por lo que se necesita enfatizar la orientación alimentaria.
Comentó que los padres de familia deben evitar que las niñas y los niños coman golosinas y frituras, especialmente cuando se aproxima la hora de la comida o la colación; un niño no puede estar a dieta, pero sí puede mejorar su alimentación en cantidad y calidad, incluyendo frutas y verduras, incrementando la ingesta de agua natural y evitando las bebidas azucaradas y los refrescos embotellados.
Además, recomienda que los menores realicen actividad física para evitar una vida sedentaria, esto les ayudará a controlar el peso corporal, la formación y mantenimiento de huesos, músculos y articulaciones, un sistema cardiovascular sano, la coordinación y control neuromuscular; además disminuye el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II y enfermedades del corazón, así como favorece la autoestima e integración social y previene alteraciones de postura.
Montesinos Álvarez puntualizó que actualmente hay una disminución en el consumo de agua natural y un incremento en el consumo de refrescos embotellados y comida rápida, las cuales son ricas en grasas y carbohidratos, lo que afecta porque tienen gran cantidad de fructuosa, una azúcar que es difícil de digerir, lo que hace necesario el realizar actividad física para evitar el acumulamiento de grasa y por ende el aumento de peso.
