La pobreza
Pareciera que los estados gobernados por Morena siguieran la misma línea que el presidente respecto a enfocar sus esfuerzos a atender la pandemia, repartir recursos de los programas sociales y dejar a su suerte a las pequeñas y medianas empresas. No sucede lo mismos con otros gobiernos estatales que realizan esfuerzos para mantener sus economías a flote con recursos propios a pesar de que la mayoría de los impuestos los recauda la federación.
De algún modo han reestructurado y orientado sus finanzas para programas de apoyo que les permitan mantener sus empleos a toda costa. Aún así han resultado insuficientes y por eso el reclamo por un nuevo pacto fiscal con la federación sabedores de que los estados que más aportan están sosteniendo a los que menos y entre ellos destaca Chiapas desde hace más de dos décadas.
La pobreza sigue
La pobreza no ha disminuido sino por el contrario se ha multiplicado. Pareciera que el crecimiento demográfico de los estratos más pobres ha sido la consecuencia de una política social mal orientada que no les ha permitido incorporarse al desarrollo. El asistencialismo ha probado una y otra vez que solo sirve para mantener clientelas electorales que votan sin distingo de partidos por quien atienda las manos siempre extendidas para recibir dádivas que solo permiten la supervivencia y no una vida mejor.
Ese es el drama por el que atraviesa Chiapas, después de que, en el 94, la federación con gobiernos primero del PAN, luego el PRI y ahora más con Morena, destinaron cuantiosos recursos que aprovechados de otra manera habrían potencializado mejor nuestros enormes recursos naturales y humanos. Se atiende a la pobreza, pero no sus causas. En el mejor de los casos los chiapanecos han tenido que migrar a otros estados incluyendo al vecino país del norte. Se van quienes resignados no ven otra manera de subsistencia.
No hay plan
El plan de desarrollo del presidente, que no tiene nada de plan, se reduce a cuatro megaobras de infraestructura, entre ellas el tren transítsmico y apuesta por el tren maya para beneficiar al sureste siendo que la Riviera Maya genera de por si muchos empleos con el turismo. En Campeche atraviesa una reserva natural apenas poblada, Calakmul. Toca una parte de Tabasco y el norte de Chiapas en Palenque. Ahí se construyó un funcional aeropuerto internacional que se ha convertido con el paso del tiempo en un elefante blanco completamente subutilizado por falta de promoción y conectividades. Aún así el destino no deja de ser atractivo y recibe casi un millón de turistas al año.
Duele siempre decir que tenemos todo para ser una potencia no solo turística sino también agrícola. Nuestra ubicación debería ser estratégica para el intercambio comercial con Centroamérica, pero la agenda gubernamental se ha centrado tan solo en el problema migratorio. A pesar del rezago social, la falta de infraestructura en nuestras comunicaciones, Chiapas ha prosperado, pero no como debiera.
Casos aislados
Hay algunas historias de éxito que son garbanzos de a libra. El grupo Buenaventura en Villaflores y Avimarca en Ocozocuautla son dos empresas chiapanecas que crían pollos y los comercializan generando varios miles de empleos directos e indirectos. El Soconusco es una región rica en la producción de mango y plátanos y en Puerto Chiapas opera una atunera chiapaneca -marina azul- cuyos productos se venden en las cadenas comerciales del país. El café es otro de nuestros potenciales, se exporta y comercializa. La marca Chiapas impulsada por empresarios chiapanecos ha sido exitosa para generar valor agregado a algunos de nuestros productos, aunque no lo suficiente para producir industrialmente. El comercio en Tapachula y Comitán se han favorecido por su condición limítrofe con Guatemala a pesar de las restricciones migratorias. Tenemos 300 kilómetros de costa, con respectivas 200 millas de mar territorial, que aprovechan pescadores de estados del norte.
Hay digamos que una incipiente clase media que viven de las actividades terciarias como el comercio y el transporte. El sector de la construcción se ha visto favorecido por contar con recursos para obras en los municipios, pero nada espectacular, sino como consecuencia de la demanda de servicios para la población como drenaje, agua potable, pavimentación escuelas o clínicas.
Esperanza frustrada
Nunca se planeó para hacer cosas en grande. La esperanza de una autopista entre San Cristóbal y Palenque se frustró por el desinterés del presidente y porque nadie defendió más el proyecto. Una ruta que atravesaría la sierra para acortar la distancia con Tapachula parece que se ha quedado en buenas intenciones y no se ve de donde ni como pueda financiarse. Así que nos pasaremos todo el sexenio con la misma receta de los gobiernos anteriores en cuanto a seguir gastando todo el recurso que recibe de la federación en lo mismo de siempre.
Apoyos para pymes
Estados como Yucatán, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y Nuevo León ofrecieron créditos a bajas tasas de interés en vez de andar regalando dinero. En Chiapas dejaron a las Pymes a merced de la usurera banca comercial, el agiotismo y las casas de empeño. El poco empleo que no proviene del gobierno, de sus obras o compras, la burocracia o el magisterio, se quedó en la calle. Somos como un cuerpo en estado de coma, conectado al aparato presupuestal de la federación. No hay una política de estado que para detonar el desarrollo a partir de la generación de empleos provenientes de la creación de empresas, estímulos fiscales, créditos accesibles y obras de infraestructura que intercomuniquen y agilicen el intercambio comercial.
Caída libre
Al paso que vamos y ahora con el Covid la caída del crecimiento económico será de las más altas del país en proporción con el PIB nacional que va en -12%. De por si estábamos decreciendo antes del actual gobierno. Se empeoró en año y medio y ahora va en caída libre. ¿Qué hizo el gobierno para evitar la crisis que enfrentan nuestras modestas empresas? Ningún esfuerzo de planeación o financiamiento. Simplemente nada…