Los jueces tienen la palabra
«La independencia es la esencia del juez, si un juez no es independiente, es todo menos un juez». Luis María Aguilar, Ministro de la Suprema Corte
Como era de esperarse, el proyecto elaborado por el ministro de la Suprema Corte, Luis María Aguilar, va en el sentido de rechazar la consulta a todas luces ilegal propuesta por el presidente López Obrador para enjuiciar a los expresidentes. Dicho proyecto se hizo del conocimiento público y destaca entre sus afirmaciones que se trata de un concierto de inconstitucionalidades.
No nos debe sorprender. Lo anticiparon con toda claridad los analistas serios y los especialistas en la materia. Se dijo desde un principio que se trataba de un circo. De una cortina de humo para no hablar de la devastación que está sufriendo el país por el mal manejo de la pandemia y la economía. Para distraer la atención sobre los hechos de violencia que no cesan a lo largo y ancho del país. De las protestas sociales que suben de tono en la medida en que el presidente se muestra incapaz de rectificar y corregir sus propios yerros.
Nada que ver con el legado de Juárez que fue respetuoso de la ley, la división de poderes y la libertad de prensa. O con Francisco I Madero que fue un demócrata y postuló el sufragio efectivo y la no reelección. Nada de que «si el pueblo me lo pide» como dice ahora el demagogo mayor que despacha en palacio nacional. Y ni que decir que José María Morelos y Pavón que se declaró Siervo de la Nación y dejó en manos del Congreso de Anáhuac en Chilpancingo el destino del país. Jamás atravesó por su mente hacerse del poder.
Por eso ahora que esta en juego el futuro del país, la Corte Suprema, debe actuar con absoluta independencia y apego a la ley. Sería gravísimo que no fuera así. Hoy más que nunca debe poner un hasta aquí al manoseo y desprecio con que se ha conducido el titular del poder ejecutivo. A la cascada de descalificaciones de que ha sido objeto desde el inicio de esta administración.
Luis María Aguilar, el ministro ponente, esta por cumplir 50 años en la carrera judicial. Su trayectoria ha sido impecable. Por ello fue propuesto por los anteriores presidentes de la República, aunque se diga ahora para desacreditarlo que les debe favores. Es la ruindad que ha caracterizado a las huestes del obradorismo y el estigma que portaran de por vida.
Veremos ahora como se conducen los ministros nombrados por el actual presidente de la república. Su reputación profesional, su conducta ética, estará a prueba y habrá que darles el beneficio de la duda. No importa que, por ejemplo, la nueva ministra Jazmín Esquivel, sea esposa del contratista preferido del presidente, José María Rioboó. Todos los que creemos y queremos vivir en país de leyes, confiamos que actuarán correctamente.
Anoto para concluir, que lo mismo se espera del Tribunal Federal Electoral, respecto de la impugnación presentada por Libertad y Responsabilidad Democrática, A. C. por la ilegal negativa del INE para aprobar al partido México Libre. Ha quedado probada la procedencia de los recursos bancarizados y que el criterio propuesto del 5% sobre un supuesto rebase de gastos, jamás establecido, fue rechazado por mayoría por los propios consejeros, aunque desacatado a la hora de votarlo. Y veremos también como valora las impugnaciones presentadas por las otras organizaciones que aspiran a ser partidos políticos.
En ambos casos, está en riesgo la vigencia del estado de derecho y la supervivencia de las propias instituciones. Está en juego la democracia, las libertades políticas y las garantías constitucionales del debido proceso, la presunción de inocencia y los derechos humanos. Ahora toma vigencia la cita de Don Benito Juárez, «No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes».