Tren Maya ¿en qué nos beneficia?
Ahora que vino el presidente a inaugurar la ampliación de Aeropuerto Ángel Albino Corzo, seguramente alguno de los pocos empresarios presentes le insistió sobre el tema de la carretera San Cristóbal – Palenque, obra que tiene al menos tres sexenios proyectada y que uniría al norte de Chiapas con el resto del estado. Lo que llamó la atención fue que el presidente dijo: «Si consiguen el derecho de vía, yo apruebo el presupuesto necesario». Lo anterior significaría un reto para las autoridades locales comenzando para el gobierno del estado.
Con esto queda claro que no es un tema de falta de recursos sino de reunir las condiciones necesarias, entre ellas el derecho de vía, lo cual tiene un grado de complejidad, puesto que atravesaría municipios y comunidades indígenas. Sin embargo, ya sabemos que no solo las comunidades sino el propio EZLN se oponen al proyecto y el horno no esta para bollos. Se supone que el gobierno habría avanzado bastante en torno al famoso derecho de vía. Pero basta con un solo obstáculo para estropear todo el proyecto. Evidentemente si se tratase solo de adquirir tierras podría resultar de provecho para los propietarios, pero el tema de fondo es la politización del asunto. Al rato habría hasta ONG´S extranjeras impidiendo la construcción de la carretera. Y dicha sea la verdad aquí apenas pueden con su alma para atender la problemática de por si existente por conflictos intercomunitarios.
Lo lamentable es que mientras sigamos así, el estado no va prosperar ni podrá aprovechar su enorme potencial turístico además de todas las posibilidades para la movilización de personas y mercancías que se abrirían exponencialmente. Actualmente hay que dar una enorme vuelta de seis horas para llegar a Palenque si se opta por un tramo más seguro que es vía las Choapas. El tramo por Ocosingo además de tortuoso, lleno de curvas y baches, lo cierran por protestas un día si y otro también. La carretera proyectada, a saber, sería como la de Tuxtla a Arriaga o la Tuxtla – San Cristóbal, con una longitud de 165 km. lo que reduciría el trayecto a dos horas. Eso si que traería enormes beneficios. La mejor prueba de ello es el enorme flujo vehicular en el tramo Tuxtla – San Cristóbal.
Cuando le preguntaron a Rogelio Jiménez Ponce, el encargado del proyecto del Tren Maya, qué beneficios traería para Chiapas, apenas alcanzó a decir que fuentes de empleo en su construcción. Fuera de ello no se sabe en realidad si existe un estudio que mida el impacto real en la economía del estado y ni siquiera de Palenque. Ahí esta de ejemplo su Aeropuerto Internacional que desde su inauguración no ha pasado de uno o dos vuelos por semana. No hemos siquiera logrado posicionarlo y su infraestructura está completamente desaprovechada.
Así que el presidente ya nos echó la pelotita, pero solo fue para salir al paso. No hubo pronunciamiento alguno al respecto ni creo que lo haya. Es caso cerrado. Por eso estamos como estamos y seguiremos como vamos.