De alianzas y mafias
Ya no causan ninguna sensación las afirmaciones del hilarante dirigente de Morena, Mario Delgado, ante el desencanto de quienes alguna vez se tragaron los cuentos de López Obrador. Apenas está cuajando la alianza -un frente amplio- entre el PAN-PRI y PRD y ya les está causando escozor. Se atreven a decir que con eso se confirma que siempre sí, existía en la novela esa que se inventaron, la famosa «mafia del poder». Les urge nutrir de artillería verbal a sus tropas aplaudidoras expertas en repetir como loros todos los dictados que repiten de memoria para pretender zaherir a sus opositores. Ahora resulta que todos son neoliberales y conservadores cerrando filas contra la tetramutancia, esa que en tan solo dos años le dio en la torre al país.
La verdad es que ya se les acabó el parque. Parecen cilindreros. La realidad les ha estallado en la cara dejando de manifiesto su incapacidad para dirigir los destinos del país. El presidente es el chico bonachón del salón que saca 6 en conducta, pero reprueba en todas las demás materias. Que no sabe que su prima se roba las crayolas. A sus fieles seguidores los ha hecho contradecirse contra lo que antes blasfemaban. Pactaron con el odiado Peña Nieto para ganar la presidencia y ahora callan ante a Slim y Salinas Pliego cuando antes los acusaban de ser los titiriteros del poder.
Se oponían a la militarización y ahora se afianzan en ella. Acusaron de corrupto al General Cienfuegos, pero lo trajeron de vuelta exonerado de toda culpa. El corrupto mayor orquestador de Odebrecht, Emilio Lozoya, goza de cabal salud. Preparaban una fiesta con decenas de videos para hundir a la oposición, pero uno solo bastó para taparles la boca. Peor aún los parientes salieron unas fichitas para hacer negocios al amparo del poder. Loret de Mola hace ahora el trabajo del Fiscal.
¿De qué conservadores hablan? ¿De cuál mafia del poder? ¿Dónde están Romero Deschamps, Medina Mora? ¿Creen que el pueblo no tiene memoria? Ofrecieron crecer al 6%, acabar con la pobreza y ahora se han convertido en la mayor fábrica de pobres. A Trump le dijeron de todo. Cada insulto iba a ser respondido y al final terminaron agradeciendo en la Casa Blanca el trato que les han dado a los mexicanos. ¡Hágame usted el favor! Cambiaron balazos por abrazos y ahora la delincuencia organizada se enseñorea por todo el país. Dilapidaron los ahorros. En vez de salvar a las pequeñas y medianas empresas, las hicieron quebrar abandonándolas a su suerte. Muchos votaron por ellos.
El manejo de la pandemia ha sido un fracaso. Las proyecciones del experto López Gatell respecto de un escenario catastrófico de hasta 60 mil muertos hoy se han duplicado. Esta semana llegaremos a 120 mil en sus propias cifras. Nadie está inventando nada. Los expertos de verdad, vaya que lo advirtieron. Pero Gatell es ahora el rockstar de la 4t que reparte autógrafos bajo el cobijo alcahuete del presidente.
No han hecho más que salpicar y regalar dinero apostando a una clientela que les devuelva el favor. Y ahora van por más posiciones de poder dejando botadas sus responsabilidades. El gabinete se desgrana dejando solo floreros. Apuntalan el odio y el divisionismo e incentivan el resentimiento como arma electoral. Construyen una autocracia. Apostaran su resto para conservar el único contrapeso representado por el poder legislativo. Nos llevan al despeñadero, pero ellos ya tienen salvavidas.
Por eso temen a un gran frente opositor. Hablan de incongruencia cuando se llenaron de tránsfugas en un afán meramente pragmático. Ahora enfrentan a sus propios demonios. Un divisionismo que los corroe por dentro y no encuentran como salvar. Los que llegaron por el tsunami ahora no quieren dejar el poder. Los que se quedaron en la cola seguirán esperando.
La oposición ha hecho bien sus cálculos para aliarse donde es necesario y no dividirse para cederle espacio a Morena. Van juntos en 100 distritos del país. En sus bastiones irán solos. Coahuila e Hidalgo confirmaron que la fórmula no falla. Nada pudo hacer ahí Morena más que acusar de fraude sin pruebas y las diatribas de siempre. Hacen bien los partidos de oposición al escuchar el reclamo de la sociedad que sabe que divididos solo legitimarían más imposiciones. El pueblo sabio sabrá poner a cada quien en su lugar. Ya no se chupa el dedo y ya no quiere más atole…
