Oscar Oliva
El gobierno municipal que encabeza nuestro alcalde Carlos Morales, ha tenido el acierto de instaurar la medalla al mérito ciudadano Joaquín Miguel Gutiérrez. En esta ocasión le ha sido otorgada al poeta tuxtleco y universal, Oscar Oliva. El evento ha sido por demás emotivo. Un justo reconocimiento a un ciudadano ilustre que nos ha dado glorias en las letras. Además de ello un extraordinario ser humano, un filósofo de las letras, un sabio excepcional que no deja de reflexionar, adiestrar a las juventudes con las que ha impartido talleres literarios, además de seguir haciendo poesía.
Emoción
Hace algunos años, por ahí del 2010, coincidí en un evento organizado por la embajada de México en la ciudad de París con el escritor mexicano Carlos Fuentes. Estuve a un costado suyo charlando con él, al menos una media hora. Me notaba nervioso y me preguntó por qué. Le dije: «Porque estoy platicando con uno de los escritores más célebres de mi país». Lo cuento porque esa misma sensación me invadía cuando pasaba alguna tarde en casa de Laco Zepeda frente al parque España en la CDMX o en Juan Crispín. Y también siendo un joven universitario cuando visité y charlé por horas con el poeta Jaime Sabines en su casa muy cerca de Perisur.
Isla negra
Con el maestro Oscar Oliva mi experiencia fue excepcional. Siendo yo diputado en el año 2000 e invitado por el entonces gobernador Pablo Salazar a una gira presidencial con Fox, tuve el privilegio de ir en una pequeña comitiva en la que nos acompañaba el poeta. Tuve la oportunidad de asistir con él a una tertulia literaria en la casa de un escritor amigo suyo y nos contaban que ese tipo de reuniones eran comunes durante la dictadura de Pinochet porque durante los toques de queda, al no poder salir a la calle, acostumbraban quedarse a dormir en casa del anfitrión.
Tuve la suerte, además de conocer Isla Negra, la casa museo frente al mar en la que Pablo Neruda vivió sus últimos años y en la que se encuentra un modesto sepulcro cubierto de tierra en cuya morada descansa también la que fuera su viuda Matilde Urrutia. ¡Imaginen esa experiencia en compañía de nuestro querido poeta Oscar Oliva!
El agravio
Años después durante el gobierno de Sabines se les ocurrió la torpe idea de pretender enjuiciar a todos los integrantes del gabinete de Pablo por un bono de retiro, disque ilegal, en que aparecía listado nuestro laureado poeta. Durante esa época no solo sufrió esa pesadumbre, sino que además enfrentaba un cáncer que logró sortear con gran actitud y el enorme entusiasmo por la vida que le caracteriza.
Un nutrido grupo de intelectuales, académicos, poetas y escritores signó una carta a nivel nacional en respaldo a Oscar Oliva por la terrible injusticia en contra del poeta. Para enmendar la terrible pifia se decidió otorgar la medalla Rosario Castellanos que concede el congreso de Chiapas. Me tocó presenciarlo. Al evento acudió Aurora Oliva la hija del maestro a recibir la presea. Era sin duda una señal de protesta para no engordarles el caldo. Recuerdo que, advenedizos y temerosos, le pidieron su discurso y ella se negó. Fue un instante tenso. Su alocución no tuvo desperdicio. Comenzó con un claro reclamo contra la persecución política que provocó incomodidad entre los aplaudidores que siempre acuden a este tipo de eventos.
Trayectoria
Dejemos la anécdota y vamos a lo trascendental. El maestro Oscar Oliva nació en Tuxtla Gutiérrez un 5 de enero de 1937. Estudió Filosofía y Letras en la UNAM e Historia Universal en la UV. Fue director de la Biblioteca Emilio Rabasa del ICACH; profesor de Literatura en San Cristóbal de las Casas e investigador en el Centro de Estudios Históricos de la Revolución en Veracruz y el Centro de Estudios Literarios de la UNAM; coordinador del taller de Poesía de la UAP y de la FFyL de la UNAM; director del Departamento de Difusión Cultural de la UAP; asesor de la Subsecretaría de Cultura Popular y Educación Extraescolar; jefe del Departamento de Literatura del INBA, del Departamento de Cultura de la Dirección de Cultura y Recreación Popular del Gobierno del Estado de Chiapas; subdirector de Culturas Populares de la SEP; director de cultura de la Dirección General de Acción Cívica, Cultural y Turística del Gobierno Capitalino; director de la Revista ICACH, Revista de Bellas Artes (segunda época) y Cultura Sur; director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas.
La espiga amotinada
Perteneció al grupo La Espiga Amotinada que integraron los tuxtlecos Juan Bañuelos, Eraclio Zepeda, junto a Jaime Augusto Shelley y Jaime Labastida. Su poesía está grabada en la colección Voz Viva de México. Colaborador del Ateneo, Casa de las Américas, Cultura Sur, El Corno Emplumado, El Rehilete, Escarabajo de Oro, La Palabra y El Hombre, Letras Nuevas, México en la Cultura, Pájaro Cascabel, Prisma, Revista Mexicana de Literatura, Revista Universidad de México. Becario del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México.
Reconocimientos
Obtuvo el premio Enrique González Martínez 1969. El premio nacional de Poesía Aguascalientes 1971 por Estado de sitio. Premio de Poesía del DDF 1981, con motivo de las Fiestas de Primavera y Otoño, por Plaza Mayor. Premio Chiapas de Literatura 1990 El premio Internacional de Poesía Jaime Sabines / Gatien-Lapointe 2019 por Escucha del mundo / Tendiendo el mundo. Su poemario Estado de sitio se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1968-1977 y el premio Chiapas en 1990.
Como corolario debo decir que, gozando del privilegio de su aprecio y amistad, me he encontrado un ser humano, más allá del poeta, con un ser excepcional, con la sonrisa a flor de piel, con un optimismo y un amor por la vida que se contagia. Le deseo muchos años más a su fructífera vida.