A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Carlos Hiram Culebro

Uno de los muchos aciertos que ha tenido nuestro gran alcalde Carlos Morales, ha sido instituir la Medalla al Mérito Ciudadano Joaquín Miguel Gutiérrez para reconocer la trayectoria de ciudadanos y sus aportaciones en beneficio de la sociedad. La han recibido personajes de la talla del Poeta Oscar Oliva, el Dr. Valdemar Antonio Rojas López, Don Javier Espinoza Mandujano, el Dr. Fernán Pavía Farrera, la Mtra. Gilda Rincón Orta y exgobernador Patrocinio González-Blanco Garrido.

En esta ocasión se le ha otorgado al destacado psicólogo Carlos Hiram Culebro Sosa quien actualmente es catedrático en Psicología de la UNICACH (próximo a jubilarse) y en el Instituto Superior de Estudios de Enfermería del Estado de Chiapas. Entre sus múltiples actividades fungió por la UNICACH como responsable de la Red de Universidades para la Prevención de las Adicciones, que preside la UNAM. En la secretaría de Educación fue el Coordinador del Programa de Prevención de Conductas Antisociales en Estudiantes y además dirigió el Centro de Integración Juvenil de Tuxtla Gutiérrez durante 16 años.

Entre otros libros ha publicado “Las Drogas”, financiado por el Ducado de Luxemburgo y reeditado por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Fundó el Consejo estatal contra las adicciones del cual fue su primer secretario técnico y Director del Sistema Penitenciario en Chiapas. Más recientemente nos obsequió un nuevo libro sobre la mujer y el alcohol, que nos relata el drama de las mujeres con esa adicción.

Más allá de su amplia y reconocida trayectoria tengo que contarles que le conocí hace muchos años. Compartí con él, páginas en el semanario Monitor del Maestro Enrique García Cuellar y en el que además de su director escribían plumas de la talla de Don Julio Serrano Castellanos. También me tocó coincidir con él por allá de los 90s, en el programa de “Radio Buenos Días Chiapas” que conducía el periodista Juan Jorge Ruz Constantino. Incluso coincidimos como candidatos a una misma diputación local por distintos partidos por allá de 1998. No dude en decirle que era un candidatazo con todo y que éramos contendientes.

En los últimos años, México pasó de ser un país de trasiego de drogas para convertirse en un país consumidor al grado de querer legalizar el consumo de algunas como la marihuana para fines lúdicos y terapéuticos. Ojalá su uso fuera responsable como en el caso del alcohol, pero en muchos casos resulta que no es así. El cigarro, el alcohol y luego toda una serie de drogas sintéticas están afectando a nuestro país. Lo grave de eso es toda la senda de muerte que ha dejado al ser un negocio tan lucrativo.

La labor de personas como Carlos Hiram es crucial y necesaria. Creo que mi querido amigo no se podrá dar el lujo de jubilarse porque tenemos mucho más que aprender de él. Carlos Hiram es un hombre bueno, un chiapaneco excepcional, un profesional apasionado de su trabajo que ha puesto el énfasis en el grave daño que causan las adicciones. Ha dedicado su vida a enseñarnos, a servir al prójimo, a orientar y ayudar a personas que se han rendido ante las adicciones que destruyen sus vidas. Por ello el merecido reconocimiento del Ayuntamiento Tuxtleco que no deja de ser importantísimo, aunque yo pienso que el mayor de todos los reconocimientos es el que le hacemos siempre todas las muchas personas que hemos aprendido de él y hemos tenido el privilegio de conocerlo. ¡Enhorabuena querido Maestro!

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