El Debate
Parece qué ante un resultado predecible por la gubernatura de Chiapas, la celebración de un debate no iba a generar mayor interés. Lo transmitieron el canal 10 del estado el cual tiene la mayor cobertura posible y el canal de YouTube del IEPC (Instituto de elecciones y participación ciudadana). Aun así, no había más de mil espectadores viendo la transmisión en vivo de la señal digital. No debería extrañarnos. Así pasa incluso con canales de televisión a nivel nacional en sus señales digitales. La ventaja que ofrece el internet es que se puede ver en cualquier momento.
Para quienes nos dedicamos al análisis político, el tema era ineludible. Mi expectativa era ver a Eduardo Ramírez completamente adueñado del escenario, conocer por fin a la candidata del MC que ha tenido cero promoción, una Karla no sé qué, y ver a Olga Luz la candidata del Frente Amplio por México, digamos que la única oposición más o menos real ante la omnipresencia de Eduardo Ramírez. Iba a ser un paseo por las nubes. Lo verdaderamente tortuoso fue el proceso interno de Morena y ahí sí que vaya que la sufrió Eduardo. Todo por la necedad de imponer al tabasqueño que intentó ser impuesto por el llamado grupo Tabasco. De la que nos salvamos…
Y como les decía, mi expectativa era alta. Un jugador de ligas mayores contra una rival del FAM de la que no se esperaba mayor cosa, pero que sin embargo está aglutinando, hay que decirlo, algunas simpatías y el voto de castigo de los chiapanecos por la situación imperante de violencia inédita que vive nuestro estado dado el empoderamiento del crimen organizado que ya no disimula su presencia. También el jale de Xóchitl Gálvez en ciertos sectores de la sociedad.
Hay pues, diferentes perspectivas, según se quiera ver. Para empezar no se puede hablar de ganadores o perdedores, porque no existe un marcador como en el fútbol para determinarlo. Cada quien ve lo que le conviene ver. De entrada, yo no esperaba que Olga Luz Espinosa arrancara con la espada desenvainada. Habló de la situación imperante en nuestro estado, de un clima de ingobernabilidad por la ausencia del estado de derecho y la errática política del gobierno federal para combatir el crimen.
Eduardo iba en otro plan. No se quiso enganchar en esa discusión, sin embargo, afirmó que se convertirá en el “guardián” de los chiapanecos. Que en principio apoyará con mejores salarios a los policías quienes perciben en promedio un salario de 6,500 pesos. Habló de una transformación a fondo, pasando también por mejorar a los jueces y al ministerio público no solo con prestaciones para ellos y sus familias, sino con capacitación y certificaciones.
Me queda claro que su premisa es la pacificación del estado y así lo ha hecho saber en sus discursos. Es lo que esperamos los chiapanecos, no es tarea fácil, pero hay que confiar en que pueda lograrlo. Si se lo compara con otros debates por gubernaturas, aquí se privilegiaron las propuestas, no hubo ataques personales ni señalamientos de corrupción o algo parecido. En ese sentido para muchos no fue un debate, y es que ya nos acostumbraron a ver que se dan con todo. Creo que Chiapas no está para eso. Hay mucho que hacer y esperamos que suceda.
LATIGAZOS
No se cansa el presidente de lanzar desde la mañanera sendos trancazos a diestra y siniestra. Al obispo de Guerrero le fue como en feria, lo han denostado hasta la saciedad en las redes sociales, con Ricardo Salinas Pliego el pleito ya está casado y le televisora no cesa en su noticiero estrella de criticar a la 4t, poco antes fue el pleito con Ecuador y ahora enderezaron las baterías contra Amparo Casar, la politóloga a la que han anatemizado por un asunto que no tiene sustento legal, pero por lo pronto la han dejado sin la pensión de viudez. Y sabe usted que la fanaticada se escandaliza cuando ve los montos por arriba de los 120 mil pesos. No se han enterado que la paraestatal Pemex al igual que la CFE tienen jugosas prestaciones y también generosas pensiones, para sus decenas de miles de extrabajadores. La cosa es mantener vigente la polarización en el país donde ya falta nada para elegir a la nueva sucesora. A ver qué pasa.