Carlos Morales, dos orejas y un rabo
Si se pudiera resumir el gobierno del alcalde capitalino Carlos Morales en términos taurinos, diría que concluyó la faena con dos orejas y un rabo. Carlos puede y tiene razones para sentirse satisfecho después de seis años de gestión en los que ha dado resultados tangibles. Lo que debiera ser normal como sucede en muchos países desarrollados, aquí resulta excepcional y fuera de lo común. Y no es que haya resuelto de tajo todos los problemas que tiene la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y que son muchos.
CRECIMIENTO ANÁRQUICO
Como sucede con muchas otras ciudades capitales, la tendencia ha sido el de un acelerado crecimiento y en esa misma proporción la demanda de servicios y la multiplicación de los problemas que conlleva ese mismo crecimiento. Tuxtla duplicó su tamaño en tan solo 20 años. La mancha urbana ha crecido en muchos casos bajo condiciones anárquicas debido a la demanda insatisfecha de vivienda. El número de vehículos que circulan por la ciudad en muchas de las vías que ya existían para satisfacer un determinado flujo del tránsito vehicular, ha generado la necesidad de nuevas y mejores vialidades que en muchos casos no es posible abrir o ampliar.
SERVICIOS
Con el número de toneladas de basura (unas 800) que produce la ciudad resulta loable el que se haya resuelto de manera bastante satisfactoria su manejo integral. Tuxtla supera por mucho al resto de los municipios del estado incluidos los que le siguen en población y dimensiones como San Cristóbal o Tapachula. Tuxtla es la única que posee un eficaz sistema de contenedores los cuales ya nos educamos a utilizar. Atrás quedó aquel paisaje con los montones de basura que se apilaban incluso a mitad de los cruces de las calles. El sistema de recolección, transporte y destino final de residuos funciona con una eficacia que no teníamos, pero a la que ya nos acostumbramos. El abasto de agua potable funciona muy satisfactoriamente si lo comparamos al igual que otros rubros con administraciones pasadas. Son muchas más las acciones que se pueden destacar, pero el espacio no alcanza.
DESMEMORIA
Parece que no tuviéramos memoria. Lo digo cuando veo la saña con que a veces algunos medios cuestionan la gestión del actual alcalde. La crítica es normal y bienvenida, funciona cuando se hace de manera profesional y seria y no a contentillo de los contratos de publicidad. Hay cosas, por supuesto, que son dignas de criticar y señalar. Solo que no hay que olvidar como estábamos. Del desastre heredado de varias administraciones pasadas que mal gobernaron y aún así hablaban bien de ellas, aunque entre dientes se dijera todo lo contrario.
FINANZAS SANAS
El principal reto que encontró Carlos Morales fueron las muy desaseadas finanzas públicas. A diferencia del gobierno inmediato anterior la administración entrante tendrá suficiencia presupuestal para garantizar la continuidad de la administración sin sobresaltos. Gobiernos fueron endeudando a la ciudad. Ese enorme pasivo de más de 1,500 millones de pesos fue lo primero con que Carlos se encontró. Además de ello, grandes adeudos registrados y no registrados a proveedores producto de la indulgencia y la falta de adecuados controles administrativos.
SANEAMIENTO
Todo ello se saneó, incluso cargadas nóminas de aviadores que generaban gastos deficitarios a la administración municipal. Al día de hoy se ha reducido considerablemente la deuda pública y la calificación crediticia ha mejorado sustancialmente. Muchos de estos logros se deben al hecho de que Carlos se rodeó de personas calificadas como es el caso del actual tesorero Carlos Gorrosino al que ni siquiera conocía personalmente, pero que gozaba de buenas cartas credenciales en la administración pública federal.
Carlos ha sido un esmerado servidor público. Supervisa desde muy temprano y da seguimiento personalmente no solo el avance de las obras de su administración sino el adecuado funcionamiento de todas las áreas. Trae como se dice vulgarmente, marcando el paso a sus funcionarios. No hay pretextos para dejar de atender las quejas y las demandas ciudadanas acorde a las capacidades del ayuntamiento.
GESTIÓN EXITOSA
Entre lo más importante que cabe destacar es que por primera vez los ayuntamientos del país se tuvieron que rascar solos. Antes se gestionaban recursos extraordinarios en la cámara de diputados cuando el presupuesto se repartía con cierta discrecionalidad. Eso se acabó por el estigma de los llamados “moches” y sirvió de pretexto para que solo la presidencia la república se despachara con la cuchara grande. Mucho se dejó de hacer por esa carencia de recursos. Sin embargo, la administración actual logró aumentar considerablemente los ingresos municipales gracias a un manejo adecuado y la buena gestión de los recursos como práctica de gobierno.
TRANSPARENCIA
Un logro considerable es precisamente la transparencia de los recursos públicos a los que cualquier ciudadano interesado puede recurrir. El acompañamiento del Consejo Consultivo Ciudadano como un órgano ciudadano que custodia la gestión municipal y está integrado por destacados liderazgos ciudadanos verdaderamente preocupados por la ciudad como ese espacio vital que todos ocupamos.
SIN DISTINGOS
Yo, que he sido un crítico de la ineptitud de neófitos e ímprobos políticos y funcionarios, no puedo más que reconocer que Carlos Morales es un caso excepcional. Una rara avis de nuestra clase política. No solo gobierna con entusiasmo y dedicación, sino que lo hace para todos sin distingos de clase, partidos, ni esa retórica de parte de la grey morenista que solo ha servido para polarizar al país enfrascado en prejuiciosos y estériles debates.
POR UNA NUEVA FORMA DE GOBIERNO
Desde la ciudadanía deberíamos impulsar el que se modifique la figura de los munícipes para que no anden metidos en grillas políticas y se dediquen a bien administrar. Al final de cuentas lo que los gobiernos municipales hacen es prestar servicios y debe hacerlo de forma eficiente como si se tratara de una figura gerencial. Ese ha sido el éxito en las ciudades de algunos países desarrollados donde las buenas prácticas de gobierno han transformado la vida de sus habitantes. Donde haya capacidad, honradez, visión de futuro, planeación, vocación de servicio y un eficiente manejo de los recursos humanos y la hacienda pública en general, es donde debemos poner la mira.
ENHORABUENA Y SUERTE
Enhorabuena por el exitoso alcalde tuxtleco que ha sido Carlos Morales. No por nada luchó muchos años para ocupar ese digno cargo. Faltan siempre cosas por hacer, las necesidades son siempre infinitas y los recursos finitos. Hay que desearle suerte a Ángel Torres, nuestro futuro munícipe y esperar que logre una excelente gestión para que nos vaya bien a todos los que habitamos esta ciudad.