A Estribor / Juan Carlos Cal y Mayor

Crisis constitucional

Se viene una crisis constitucional e institucional de proporciones mayores. Los más de 50 mil trabajadores incluyendo a jueces y magistrados del poder judicial, no están dispuestos a aceptar que se vulneren sus derechos con la recién aprobada reforma al poder judicial. Un principio básico de todo orden constitucional a nivel internacional es que a ninguna ley se puede dar efectos retroactivos en perjuicio de persona alguna como lo señala nuestro artículo 14 constitucional.

Una juez federal en respuesta a un amparo ha ordenado la suspensión contra la publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto sobre la reforma al poder judicial por no acatar el trámite legislativo. Después de ello procederán otros tantos al verse vulnerados los derechos laborales sobre derechos adquiridos y la Corte obligadamente tendrá que concederlos. La mayoría legislativa de Morena y sus secuaces, así como el poder ejecutivo tanto el saliente como la entrante, entrarán sin duda en franco desacato a un mandato judicial lo cual está sancionado incluso por las leyes penales.

Se vienen demandas al por mayor, pero no habrá poder humano que pueda hacer efectivos los derechos constitucionales poniendo al nuevo gobierno al margen de la legalidad. El mensaje que enviamos al mundo es de consecuencias catastróficas. Ni siquiera Maduro con su fraude electoral en Venezuela dejó de cuidar las formas con un órgano electoral cómplice y sometido a su voluntad que le confirió el triunfo, aunque sin prueba alguna. Más que a Venezuela no estamos pareciendo a Nicaragua con ese reyezuelo tropical y tirano que es ahora Daniel Ortega.

Pueden o no estar de acuerdo con el fallo de la juez que ordenó la suspensión, pero el hecho es que se trata de una autoridad judicial vigente. ¿Qué respeto nos puede ahora exigir un gobierno que no acata la ley y se la pasa por salva sea la parte? Ese es el trágico destino que parece deparar a México. No se equivocaban cuando advertían que López Obrador era un peligro para México. Lo es porque se ha convertido en un violador serial de la constitución, porque nos ha dejado a merced de la delincuencia organizada sin que nadie y menos la Guardia Nacional, haga nada para detenerla y aplicar la ley. Es una tristeza en lo que hemos venido a parar. México merecía un mejor destino.

El primer pleito diplomático de Claudia

Soy de los que cree que, aunque Claudia haya imitado a López Obrador durante su campaña y le esté concediendo hasta el último capricho antes de irse a su rancho, su estilo de gobernar será diferente. Para muestra hay que ver la forma en que se desempeñó como jefa de gobierno en la CDMX. Muy lejos de confrontar y dividir a la sociedad, por el contrario, mostró cierto grado de sensatez en el ejercicio de su gobierno.

La parte del gabinete que no le pudo imponer López Obrador está conformado por personas respetables que no han dado pie al escarnio de la oposición. Sin embargo, le arrebataron la decisión para que la dirigencia de Morena le fuera fiel al presidente saliente. Lo mismo en el senado y la cámara de diputados donde estará durmiendo con el enemigo. Monreal, Noroña y Adán Augusto no solo fueron sus rivales, sino que traen sus propias agendas, aunque ahora simulen unidad. Si no, recuérdese la bravata de Noroña al que tuvo que premiar como presidente de la mesa directiva para que pueda seguir, según él, incrementando su popularidad con ese estilo porril que tanto gusta a la turbamulta morenista.

La pregunta que nos hacemos todos, incluso los propios morenistas que sí hacen política, es si Claudia tomará gradualmente distancia con el futuro expresidente o si viviremos un Maximato como el de Plutarco Elías Calles. ¿Podrá construir su propio liderazgo o vivirá a la sombra del expresidente? ¿La dejará gobernar o seguirá tras bambalinas moviendo los hilos del poder?

Lo cierto es que la silla presidencial tiene mucho peso. Más ahora que con los poderes de la república sometidos ejercerá un poder absoluto y sin contrapesos. Ante una oposición desvalida Morena vivirá su propia implosión ya sin el mando heteropatriarcal de Amlo. Será la lucha intestina la que los puede llevar a un debilitamiento. ¿Quién entonces pondrá al sucesor de Claudia? ¿Se lo devolverá al presidente a través de su hijo como ahora este pretende? Esa es la incógnita para lo que viene.

PAPA CALIENTE

Vaya líos que le está heredando el presidente a Claudia. Las finanzas públicas no atraviesan su mejor momento. El déficit presupuestal derivado del derroche en programas sociales y las costosísimas megaobras, tendrá que ser ajustado. La deuda pública que se incrementó en 6 billones de pesos no le dejará a la presidenta mayor margen de maniobra. Sus promesas de campaña que significan mayor gasto público tendrán que esperar. A eso hay que agregar todo el desbarajuste que le deja en el poder judicial cuyas reformas aún no entran en vigor y será con los actuales con quien tendrá que lidiar.

PLEITO INNECESARIO CON ESPAÑA

Por si faltaba más, ahora han abierto un nuevo frente con España. No bastan las acusaciones y desencuentros con el gobierno de Estados Unidos, los gobiernos de Perú, Argentina o Ecuador. El papel de chaperón que estamos haciendo con la dictadura de Maduro nos distancia de todas las democracias de América y Europa. Parecen no entender nada de diplomacia.

El gobierno de España ha sido cauto aún con las sandeces que López Obrador le esbozó. No tenían por qué dejar de invitar al Rey Felipe VI quien constitucionalmente es el jefe del estado español, aunque su figura sea solo política y no administrativa. ¿Para qué pelear con otros países como lo hizo López Obrador? ¿Comprará Claudia esos pleitos que le son ajenos, aunque no del todo? Vaya tarea que le espera a la que será la primera presidenta de México. Ya veremos si el heteropatriarcado obradorista termina por imponerse.

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