El libro rojo de la 4T
La Suprema Corte de Justicia ha ordenado suspender la distribución de uno de los libros de texto gratuitos y reeditarlo, con todo y el costo que esto implica. Se trata del volumen Proyectos comunitarios, de los ciclos escolares 2023-2024 y 2024-2025, que deberá retirarse por contener una referencia de “discriminación y violencia” contra el exconsejero electoral Lorenzo Córdova. El fallo obliga a la SEP a corregir y reimprimir, aunque el daño ya está hecho: la Secretaría había distribuido el 100 por ciento de los 82 millones 98 mil 263 ejemplares de primaria para el próximo ciclo, que inicia el 1 de septiembre. Una lección costosa, no sólo en dinero, sino en credibilidad.
ADOCTRINAMIENTO EN LAS AULAS
El caso no es aislado, sino la muestra más evidente de un problema mayor: el uso del sistema educativo como aparato de adoctrinamiento. Los nuevos libros de texto gratuitos parecen inspirados en el Libro Rojo de Mao: consignas disfrazadas de lecciones, frases de propaganda insertadas entre problemas de matemáticas, moralejas ideológicas escondidas en lecturas “inocentes”. La educación deja de ser un puente hacia el conocimiento para convertirse en un catecismo político.
Este uso ideológico de la educación tiene raíces profundas en México. Tras la Revolución, el régimen emanado de ella convirtió a la escuela pública en una herramienta para consolidar su legitimidad. Desde Vasconcelos y la creación de la SEP en 1921, el discurso histórico y cívico se moldeó para exaltar al nuevo Estado revolucionario, glorificar a sus caudillos y relegar a un papel secundario —o abiertamente negativo— a los personajes y periodos previos. El relato oficial se transmitió generación tras generación, con un propósito claro: crear una identidad nacional afín al partido hegemónico, donde la lealtad al régimen se confundiera con el patriotismo.
Tampoco es el único caso en los nuevos materiales. En otros libros se presenta como un hecho indiscutible el supuesto fraude electoral de 2006 contra López Obrador, una acusación que nunca fue comprobada por ninguna autoridad electoral o judicial. Del mismo modo, se incluyen referencias selectivas a episodios históricos y políticos recientes, acomodados para reforzar la narrativa de la 4T, omitiendo datos incómodos o interpretaciones alternativas. El objetivo no es educar, sino formar militantes ideológicos desde la infancia.
EL MINISTERIO DE LA VERDAD MEXICANO
George Orwell lo explicó con precisión en 1984: el “Ministerio de la Verdad” no existe para proteger la verdad, sino para manipularla. La “neolengua” no amplía el vocabulario, lo reduce, para que el pensamiento no pueda escapar de los límites que impone el poder. Su método es sencillo pero devastador: reescribir los hechos, borrar los documentos incómodos, sustituir las palabras que puedan inspirar rebeldía y uniformar el lenguaje hasta que la disidencia sea impensable. Todo se orienta a un objetivo central: moldear la memoria colectiva de tal forma que el pasado coincida siempre con las necesidades del presente político. La manipulación no sólo altera la información, sino la percepción misma de la realidad, de modo que el ciudadano no pueda distinguir entre lo cierto y lo inventado. Hoy, la SEP opera como un verdadero ministerio orwelliano, seleccionando lo que los niños pueden o no conocer, lo que deben recordar y, peor aún, lo que deben olvidar.
MÁS ALLÁ DE UNA PÁGINA
El fallo de la Corte apenas araña la superficie. No se trata de una página o un párrafo ofensivo, sino de un patrón deliberado que recorre todo el proyecto educativo. La historia se reescribe, la ciencia se acomoda y el lenguaje se ajusta para servir al relato oficial. No hay pluralidad ni diversidad de pensamiento: sólo la voz del régimen repetida una y otra vez.
Esto no es un accidente ni una “excentricidad” de un funcionario: es una política de Estado que encaja perfectamente en la lógica de la caquistocracia empoderada. Ese gobierno de los peores, que extiende su mediocridad a todas las decisiones de la élite gobernante. La manipulación de los contenidos educativos, responde a la misma consigna: concentrar el poder, domesticar a la sociedad y garantizar que nada escape al control ideológico.
EL COSTO VERDADERO
Lo más preocupante es que el costo no se mide sólo en pesos, aunque el erario tendrá que pagar de nuevo por imprimir millones de ejemplares. El costo verdadero es el futuro intelectual del país. Una generación entera será formada bajo un filtro ideológico que les impedirá desarrollar pensamiento crítico. Crecerán creyendo que el mundo se divide entre leales y traidores, que la historia empezó con la 4T y que toda discrepancia es pecado.
Orwell lo escribió como advertencia. Pero en México, la élite gobernante parece decidida a probar que la distopía es posible… y rentable políticamente. El Libro Rojo de la 4T ya circula en las aulas, y el fallo de la Corte apenas le arranca unas cuantas páginas.