El camino de Odiseo
El destino de Chiapas se asemeja al viaje interminable de Odiseo: una travesía llena de pruebas, tentaciones y obstáculos, donde cada avance parece retroceder y cada promesa se diluye antes de llegar a puerto seguro. Durante décadas, se ha insistido en discursos de cambio, pero la realidad es que seguimos atrapados en el círculo vicioso de la pobreza, la marginación y el autoengaño colectivo.
Un viaje inconcluso
No basta con maquillar estadísticas o celebrar logros aislados. El verdadero reto es enfrentar con crudeza las causas estructurales del atraso: un modelo económico dependiente, instituciones frágiles y una cultura política que ha tolerado la simulación como forma de gobierno. Como Odiseo, sabemos cuál es el rumbo, pero carecemos de la voluntad y la visión para resistir a los cantos de sirena que nos desvían.
Reducir la natalidad
El crecimiento poblacional sin control ha rebasado la capacidad del Estado para ofrecer educación, salud y empleo. Un programa serio de planificación familiar es condición básica para cualquier estrategia de desarrollo sostenible.
Educación y vocaciones productivas
Necesitamos una reforma educativa que deje atrás el adoctrinamiento ideológico y se enfoque en habilidades prácticas, tecnología e innovación, vinculadas a las vocaciones productivas de la región. La escuela debe preparar para el mundo real, no para el conformismo.
Incentivos fiscales y atracción de inversión
El estado requiere un régimen de estímulos fiscales que incentive la instalación de empresas, genere empleos formales y fomente la competencia. Sin inversión privada no habrá crecimiento real.
Infraestructura y Estado de Derecho
Las carreteras, puertos y telecomunicaciones siguen siendo insuficientes. Pero más allá del concreto, el gran déficit está en el Estado de Derecho: sin seguridad jurídica ni certeza para la inversión, cualquier esfuerzo se hunde como barco en tormenta.
Formalización del empleo y el comercio
La economía informal, que en Chiapas es mayoría, condena a millones a la precariedad. Urge una estrategia gradual de formalización, con incentivos y facilidades para pequeños comerciantes y emprendedores.
Tecnificación del campo
El campo chiapaneco no puede seguir dependiendo de métodos rudimentarios. Se requiere mecanización, crédito accesible y cadenas de valor que permitan a los productores obtener ganancias justas por su trabajo.
Emprendimiento y ordenamiento urbano
El espíritu emprendedor existe, pero necesita financiamiento y capacitación. Al mismo tiempo, las ciudades deben crecer con orden, servicios adecuados y planeación, para no repetir el caos urbano que ya padecen otras regiones del país.
Turismo y servicios modernos
Chiapas tiene un potencial turístico extraordinario, pero desaprovechado. No se trata solo de atraer visitantes, sino de construir infraestructura de calidad, servicios confiables y una oferta cultural y gastronómica que genere valor agregado.
Gobierno moderno y combate al caciquismo
Un gobierno eficiente no se mide por programas clientelares, sino por resultados medibles en seguridad, inversión y calidad de vida. Para lograrlo es indispensable desmontar el caciquismo político, ese lastre que ha convertido a Chiapas en botín de unos cuantos.
Una ruta inevitable
El camino de Odiseo no admite atajos. Solo con disciplina, visión y acuerdos de largo plazo podremos salir del atraso. No hay fórmulas mágicas ni redentores providenciales. El desarrollo de Chiapas depende de que enfrentemos con madurez nuestros demonios internos y, como el héroe homérico, resistamos la tentación de quedarnos varados en islas de confort y simulación.