El próximo 28 de septiembre es el día por la despenalización del aborto
Diana Hernández Gómez / Cimac Noticias
El misoprostol se ha convertido en uno de los métodos más sencillos y seguros para abortar. Este medicamento en forma de pastillas evita la necesidad de someterse a un procedimiento quirúrgico. No obstante, es cierto que puede tener ciertos efectos secundarios, aunque hay que considerar que éstos son normales por la forma en la que el medicamento actúa en nuestros cuerpos. Pero, ¿cuáles son estos efectos?, ¿cómo gestionarlos?, ¿cómo saber si es necesario atenderlos con urgencia? Vamos paso a paso.
Para entender todo esto, primero debemos saber cómo funciona el misoprostol. De acuerdo con Ipas México (una organización que trabaja a favor de los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres), el miso es usado como medicamento abortivo junto con la mifepristona debido a que provoca contracciones en el útero y, al mismo tiempo, hace que el cuello uterino se agrande y se dilate.
Ambos movimientos ayudan a eliminar el tejido gestacional (es decir, el producto del embarazo) y a expulsarlo poco a poco en forma de coágulos y sangrados. Por otro lado, estos movimientos son los mismos que experimentamos antes o durante los días de sangrado del ciclo menstrual. De ahí que, al tomar misoprostol, una mujer pueda sentir cólicos muy fuertes, aunque cabe destacar que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) —quien ha reconocido la efectividad y la seguridad del misoprostol—, la intensidad de estos dolores dependerá de diversos factores.
Entre dichos factores se encuentran la dosis recomendada y la edad y el peso de quien toma el medicamento, así como las semanas de embarazo que presente. Respecto a esto último, Ipas México explica que el uso de misoprostol es más seguro y menos doloroso cuando se toma dentro de las 10 primeras semanas de embarazo. Cuando se toma entre las 11 y las 13 es mejor hacerlo con acompañamiento médico, pues pueden presentarse síntomas de gran intensidad debido al esfuerzo que hará nuestro cuerpo ante la presencia de más tejido gestacional.
Pero, más allá de los cólicos, los efectos provocados por el misoprostol pueden incluir vómitos, diarrea, náuseas, escalofríos y dolor de cabeza. Si decides abortar con misoprostol y presentas alguno de estos efectos, ¡no te alarmes tan pronto! Es algo común si tomamos en cuenta los otros usos del misoprostol en la medicina. ¿Sabes cuáles son?
¿Por qué el misoprostol provoca diarrea y otros efectos en nuestro sistema digestivo?
Incluso desde antes de emplearse como método abortivo, el misoprostol ha sido utilizado como tratamiento para las úlceras gástricas y pépticas, aquellas lesiones que aparecen en el interior del estómago o en la parte superior del intestino delgado.
Esto se debe a que el misoprostol inhibe la producción de ácido gástrico y aumenta la producción de moco y de bicarbonato para proteger el sistema digestivo. Además, disminuye la producción de peptina, una enzima relacionada con la acidez del estómago en el proceso digestivo.
Cuando se utiliza como método para abortar, el misoprostol puede tomarse vía oral junto con la mifepristona o introducirse en nuestro organismo por el canal vaginal. En el primero de los casos —el más común—, la dosis usualmente aplicada según Ipas México consiste en tres tomas de cuatro pastillas cada tres horas. Al ser tomado en dosis altas, es común entonces que el miso tenga efectos notorios en el aparato digestivo como los vómitos y la diarrea, los cuales pueden intensificarse gracias a las contracciones uterinas.
Aunque estos efectos son normales, de acuerdo con Ipas México, debes tener cuidado si la diarrea y el vómito —que pueden estar acompañados por una sensación de náusea— persisten después de 24 horas de haber tomado la última dosis de misoprostol.
Otras señales de alerta después de tomar el miso
Ipas México también te recomienda acudir con una médica o un médico si tienes sangrados muy abundantes durante una o dos horas después haber consumido misoprostol. Pero, ¿qué es abundante? La organización te recomienda tomar como referencia las toallas sanitarias “maxi” o para flujo súper abundante. Si llenas cuatro de ellas en un periodo de una a dos horas, entonces es una señal de alerta. De igual forma, si tienes un dolor abdominal intenso que no cede con el uso de ibuprofeno, es mejor que solicites atención médica.
Según lo analizado por diferentes especialistas en el artículo “Misoprostol como método de interrupción del embarazo, una alternativa económica”, este dolor es de los más comunes entre las mujeres que utilizan el misoprostol para abortar. No obstante, si la molestia no desaparece con tomar un ibuprofeno para desinflamar, el dolor puede estar indicando un riesgo. Ipas México nos explica que una posible causa de este dolor persistente puede ser un embarazo ectópico —es decir, un embarazo fuera del útero que puede haberse implantado en las trompas de Falopio o en otra parte del aparato reproductivo—.
Otras señales de que deberías ir al médico tras haber tomado miso son los escalofríos y la persistencia de fiebre por más de cuatro horas seguidas; también, un mareo muy intenso sin necesidad de que haya vómito o diarrea, desmayos y flujo vaginal con olor desagradable.
De igual manera, es recomendable acudir con la o el especialista si no hay sangrado después de que hayas tomado todas las dosis de misoprostol que te indicaron. También debes ir si tienes una reacción alérgica al medicamento como enrojecimiento, comezón o bloqueo de las vías respiratorias.
Recuerda que, de acuerdo con Ipas México, todos los síntomas no urgentes provocados por el miso desaparecen 24 horas después de la última toma. Únicamente persiste un sangrado leve o normal que se extiende hasta una o dos semanas después del aborto. O también puede presentarse un manchado irregular que dure hasta 4 semanas después del procedimiento.
Un consejo final
A pesar de tener toda esta información a la mano, recuerda que cada experiencia es diferente: ningún cuerpo reacciona de la misma forma que otro. Además, considera que siempre es preferible tener el acompañamiento de alguien (puede ser una experta o experto, tu pareja, un familiar o algún amigo cercano) para que pueda auxiliarte en caso de que sea necesario, pero también para darte cariño y soporte en un proceso tan complejo.
Por otro lado, mantenerte informada sobre qué es lo que pasará en tu cuerpo puede ayudarte a estar más tranquila y manejar la situación desde otro punto de vista. La mente es muy poderosa sobre nuestras sensaciones físicas, así que la tranquilidad de saber en qué consiste el procedimiento que te realizarás puede hacer el proceso menos doloroso o complicado.
Finalmente, recuerda que siempre hay redes, expertas, expertos y organizaciones dispuestas a apoyarte. Acércate a ellas y aborta segura.