Durante su recorrido por comunidades de la entidad, la candidata independiente a la Presidencia de la República, María de Jesús Patricio, presenció esta serie de actos. No obstante, tuvo la oportunidad de escuchar las denuncias y quejas de los habitantes
Portavoz Staff
[dropcap]D[/dropcap]urante la gira de la candidata independiente a la Presidencia de la República, María de Jesús Patricio por varias comunidades de la Costa de Chiapas, ocurrieron actos de hostigamiento, vigilancia y provocación hacia el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y a la misma aspirante, denunciaron sus allegados. Asimismo, «Marichuy» escuchó las denuncias y quejas de los habitantes.
Los pobladores de dicha región sobreviven, en su mayoría, de la pesca o de la producción agropecuaria; lugares que debido a su rico paisaje en recursos naturales y diversidad ecológica, sus formas de vida y su propia existencia se ven cada vez más amenazadas. Fueron 18 miembros de comunidades los que se atrevieron a compartir su palabra y exhibir un cuadro de despojo, violencia y burla.
Con base en la información que publicó el portal noticioso Radio Zapatista en relación a los destinos que visitó Marichuy, en varios lugares de la Costa y Sierra de Chiapas se denunciaron proyectos extractivistas o amenazas de su implantación.
Uno de los casos es el del ejido Joaquín Amaro, donde hay yacimientos de oro, uranio y gas; por lo que la minería representa una amenaza de muerte para las comunidades, ante el despojo de sus tierras y la contaminación del agua. Se trata de concesiones de 50 años a empresas –en su mayoría extranjeras– que, se presume, destruirían poblados enteros.
Conjuntamente, en tiempos recientes las concesiones con duración de 20 años que solían otorgarse a cooperativas pesqueras se suspendieron, y ahora sólo pueden operar por medio de permisos temporales. Esto, sin importar que empresas camaroneras también se benefician de las licencias de 50 años.
Otro de los temas centrales de las denuncias y una de las luchas constantes en las comunidades de la costa, son las altas tarifas de la energía eléctrica y la privatización de la Comisión Federal de Electricidad. A pesar que Chiapas es el estado que más energía eléctrica genera en el país, su costo es elevado para sus habitantes, quienes viven al día.
A su vez, hay inconformidad sobre el desempeño de los partidos políticos y todas las instituciones gubernamentales -como la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación- por sus promesas incumplidas, manipulación de fondos de proyectos para fines electorales, división de las comunidades por medio de dádivas y compra de líderes y representantes.
«Estamos hartos de tantos engaños», coincidieron muchos. «Ya no queremos promesas».
En el municipio de Tonalá ocurrió lo mismo, se repitieron las denuncias: megaproyectos de minería, plantas hidroeléctricas, hostigamientos y agresiones, altas tarifas de la energía eléctrica, división de las comunidades por medio de «apoyos» de gobierno.
Entre algunos de los presentes hubo también cierta confusión sobre el papel que representará el CIG y su vocera, a razón que la experiencia que han tenido los habitantes respecto a otros gobiernos no ha fue ni ha sido lo que esperaban.
En respuesta, la concejala de Los Altos de Chiapas expresó «Marichuy no nos va a gobernar; nosotros nos vamos a gobernar».
Hostigamiento
El mismo portal Radio Zapatista reportó una serie de actos de hostigamiento, vigilancia y provocación hacia el CIG y a Marichuy.
El pasado7 de noviembre, antes del evento en Tonalá, tres jóvenes se acercaron al templete frente al Frente Cívico Tonalteco con la intensión de cortar la energía eléctrica dispuesta para el encuentro de los habitantes con la vocera del CIG. Miembros del Frente Cívico lo impidieron.
Cuando se llevaba a cabo el evento en dicho municipio se percataron que una persona tomaba fotos con un celular. Al momento de ser abordado y cuestionado, aseguró ser vecino; sin embargo, nadie lo conocía.
Durante el trayecto de la Costa de Chiapas a San Cristóbal de Las Casas, se detectaron por lo menos cuatro automóviles que seguían de manera ostensiva el vehículo donde viajaba la vocera del CIG.
Uno de ellos se hizo presente desde la entrada a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez; era un auto de marca Volkswagen color beige, con placas DSL-13-01; al tomarle fotografías se alejó, pero continuó a la marcha del coche del CIG.
Al llegar a la caseta de la autopista Tuxtla-San Cristóbal, el vehículo del CIG se detuvo, y el automóvil sospechoso imitó el acto pero en una curva, intentando no ser visto. Al ser detectado, se dio la vuelta y se estacionó un poco más adelante. Entonces, el coche del CIG tuvo que regresar para hacer una compra y, al ver la maniobra, el perseguidor se dio a la fuga. Pocos minutos después regresó, sólo llegó a la caseta y se volvió a ir.
Casi al mismo tiempo, un Ford K color rojo, con placas LXF-49-19 se acercó al auto del CIG en la caseta, y cuando éste paró para hacer la compra mencionada, el sospechoso se estacionó a un lado. Para entonces ya no tenía placas.
