Además de otorgar al Infonavit facultades como constructora y arrendadora, la reforma de vivienda aprobada en la Cámara de Diputados obligará a las empresas a garantizar que sus trabajadores dispongan de viviendas cómodas e higiénicas
Aquínoticias Staff
En un paso histórico, la Cámara de Diputados aprobó, con 469 votos a favor y una sola abstención, una reforma que transforma radicalmente al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), otorgándole nuevas facultades para convertirse en constructor y arrendador de viviendas. Esta reforma eleva a rango constitucional el derecho a una vivienda adecuada para las personas trabajadoras, un cambio que busca responder a las crecientes demandas sociales por mejorar el acceso a la vivienda digna en México.
El artículo 123 Constitucional fue modificado para obligar a todas las empresas —ya sean agrícolas, industriales, mineras o de cualquier otro tipo— a garantizar que sus trabajadores cuenten con viviendas adecuadas, cómodas e higiénicas. Esta obligación se materializará mediante las contribuciones que las empresas deberán hacer a un fondo nacional de vivienda. Dicho fondo permitirá a los trabajadores acceder a créditos suficientes y asequibles para la adquisición o mejora de una vivienda.
Además de proveer créditos, el Infonavit podrá invertir en la compra de suelo y en la construcción directa de viviendas. Estas viviendas estarán disponibles para que los trabajadores las adquieran o las arrenden bajo condiciones favorables, siendo uno de los requisitos que la mensualidad del arrendamiento no exceda el 30% del salario del trabajador. Tras un año de cotización, las personas trabajadoras podrán acceder a las viviendas en arrendamiento social propiedad del Infonavit, lo que genera expectativas de reducir significativamente el déficit habitacional.
Durante el debate en la Cámara, los grupos de oposición mostraron posturas diversas. Aunque la reforma fue aprobada por una amplia mayoría, se señalaron algunas críticas importantes. La diputada Laura Ivonne Ruiz, del PRI, expresó el respaldo de su partido a la reforma, subrayando que «la vivienda es un factor que reduce las desigualdades, proporciona seguridad, fortalece la cohesión social y detona la vida económica». A su vez, la diputada Patricia Arredondo de Movimiento Ciudadano, reconoció la importancia de la iniciativa, pero también apuntó que la propuesta se queda corta al limitarse a beneficiar sólo a los trabajadores formales, dejando de lado a los millones de mexicanos que no pertenecen a este sector.
Entre los legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) se encontraron voces tanto de apoyo como de rechazo. Armando Tejeda Cid destacó que la reforma cumple con principios clave como la dignidad de la persona y el bien común. No obstante, Julen Rementería del Puerto, también del PAN, calificó de preocupante que se pretenda convertir al Infonavit en constructor, señalando que «el Instituto ya maneja una bolsa millonaria de 700 mil millones de pesos y su cartera vencida ha pasado del 7.8% al 19.8% en los últimos años». Esta observación pone en tela de juicio la capacidad del Infonavit para asumir funciones adicionales sin comprometer su estabilidad financiera.
Con estos cambios, el Infonavit, institución fundada en 1972, está ante una reconfiguración que podría alterar el panorama de la vivienda en México. Sin embargo, el hecho de que se haya eliminado la cláusula que permitía a los trabajadores adquirir en propiedad una vivienda tras diez años de arrendamiento deja abiertas preguntas sobre la verdadera profundidad de este avance. La reforma fue enviada al Senado para su revisión, donde enfrentará un nuevo escrutinio.
Con información de Proceso