Con 88 años de edad don Miguel Ángel Nangusé Penagos tuvo que buscar un trabajo en la pandemia porque su familia se quedó sin ingresos
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Miguel Ángel Nangusé Penagos, un hombre de 88 años de edad vive con su esposa y uno de sus hijos en una vivienda que pudieron construir cuando él se dedicaba a la albañilería, sin embargo, debido a su estado de salud, desde hace cinco años dejó de trabajar en este oficio al que dedicó más de 50 años de su vida.
Sin embargo, la pandemia del COVID-19 lo obligó a buscar un ingreso extra para seguir solventando gastos básicos, ya que su esposa –una locataria del mercado Pascacio Gamboa-, tuvo que dejar de acudir a dicho centro, debido al brote del virus en esta parte de la ciudad.
«Ahorita está muy calmado el negocio, por el tiempo, le ayudo a mi mujer porque ella trabaja en el centro vendiendo, ya está viejita también pues, tiene 75 años que está trabajando –¿a raíz de la pandemia dejó de ir al mercado? – sí, estaba cerrado y como dijeron que ya había calmado empezaron a llegar, pero no hay movimiento», explicó don Miguel.
Don Miguel vende coco y agua de coco sobre la 16 norte entre 2a y 3a oriente de Tuxtla Gutiérrez, en la casa marcada con el número 336 y aunque sus ventas son mínimas, asegura que al menos pueden juntar un poco de dinero para alimentación y medicamentos.
Chiapas, estado cuya economía depende en al menos 73.1 por ciento de la informalidad –de acuerdo a datos del Inegi- presenta un panorama aún más complicado en el rubro económico: sólo en empleos formales hasta el primer semestre del año, se perdieron cerca de siete mil 653, dicha cantidad correspondía a trabajadores dados de alta en el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS).
«México ¿cómo vamos?», señaló que la entidad generó menos del 75 por ciento de la meta de empleos formales para el primer semestre del año.
Y aunque el año no concluye, la pandemia tampoco ha terminado, y así como la historia de don Miguel, en donde su familia ha buscado alternativas para salir adelante, hay miles de casos más en la entidad chiapaneca, estado que ya se ha caracterizado por permanecer en los primeros lugares de rezago; educativo, económico, laboral y de pobreza.