Agarra el color: vive y deja vivir

Con los vivos colores del arcoíris que representan a la comunidad LGBTTTI, este 28 de junio, integrantes del colectivo en Chiapas pintaron la principal avenida de la capital promoviendo la tolerancia, la igualdad y el orgullo de formar parte de la gran diversidad sexual

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]as ansias de vivir en un entorno tolerante, igualitario y sin prejuicios impulsaron a lesbianas, gays, bisexuales, tránsgeneros, travestis, transexuales e intersexuales (LGBTTTI) a salir a las principales calles y avenidas de la capital de Chiapas para vivir una fiesta en la que el género y la diversidad sexual no fueron motivos de discriminación.
Y es que ser parte de esta comunidad y vivir en México no es cosa sencilla, según informó en el mes de mayo la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia (CCCOH), nuestro país ocupa el segundo lugar a nivel mundial, después de Brasil, en crímenes de odio contra dicho colectivo, ya que en los últimos 19 años se han registrado al menos, mil 218 homicidios.
Por miedo al rechazo, la violencia y la persecución por orientación sexual muchos han elegido negar su condición. Las críticas, los señalamientos y burlas en las calles, lugares de trabajo y hasta en el propio hogar limitan las posibilidades de las y los jóvenes a defender y luchar por sus derechos libremente, tal y como lo exhibieron en 2010, los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis), mismos que señalan el principal problema para homosexuales, lesbianas y bisexuales en México es: la discriminación (52 por ciento), la falta de aceptación (26.2 por ciento) y las críticas y las burlas (6.2 por ciento).
Los datos nacionales poco varían de lo que ocurre a nivel internacional. Por lo menos en Chiapas, de poco han servido las denuncias contra la transfobia, homofobia y lesbofobia (rechazo a transexuales, homosexuales y lesbianas) pues, a la fecha, no hay avances en la materia. Los diversos retos y obstáculos que enfrenta la comunidad se resumen en tres: violencia por homofobia, falta de políticas públicas orientadas a las comunidades y falta de representación en cargos públicos.
De acuerdo con Arturo Alfaro Castellanos, activista independiente y secretario general de Diana Sacayan A.C., sólo nueve estados del territorio mexicano reconocen el matrimonio igualitario y entre ellos no figura el nuestro, a pesar de los movimientos sociales, las peticiones al Congreso del Estado y los juicios de amparo que se han promovido para que sea una realidad en Chiapas.
Pese a que la entidad tiene un gran número de población que pertenece a la agrupación LGBTTTI, el respeto por la identidad sexual de las personas y sus derechos al cambio legal de sexo y nombre (incluidos sus derechos a tratamientos hormonales y quirúrgicos) tampoco están garantizados.
Los datos de la última encuesta publicada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) indican que el 50 por ciento de personas LGBTTTI reportan haber sido discriminadas en algún momento de su vida, mientras que un amplio porcentaje que vive en relaciones de pareja estables pero sin ningún vínculo legal continúa sin acceso a la seguridad social; el mismo informe exhibe que al menos seis de cada 10 personas, prefieren no vivir con una persona LGBTTTI, lo que da muestra del rechazo e intolerancia a los integrantes de la comunidad.
«Ser miembro LGBTTTI en Chiapas, es un acto de valentía y determinación, nuestros derechos únicamente serán respetados si nosotros nos mantenemos en la lucha, manteniendo la cara en alto y demostrando que no somos ni uno, ni dos, ni cien, somos miles los que exigimos tolerancia, amor y sobre todo respeto», declaró.

Marcha por el orgullo gay

Este miércoles, en punto de las cuatro de la tarde, agrupaciones LGBTTTI partieron de la cabeza maya rumbo al Parque 5 de Mayo, por las principales calles y avenidas de la ciudad, para exigir el respeto a su derecho a vivir sin violencia, a formar parte de cargos de elección popular y tener una vida libre en pareja.
Con los vivos colores del arcoíris que representan a la comunidad, partieron en bicicletas, motos, coches y la gran mayoría a pie hacia un meeting en el que proclamarían sin miedo sus anhelos, sueños e inquietudes que en muchas ocasiones que callar por miedo al rechazo y la represión.
Atuendos atrevidos, pancartas y hasta mascotas pintaron de color las calles, algunos espectadores aplaudían por el valor de salir y demostrar con orgullo lo que son, mientras que otros se mostraban apáticos y hasta groseros, sin embargo, las y los participantes no le dieron importancia «al qué dirán» y portaron con orgullo la bandera.
De esta forma, Chiapas se unió a la marcha que de manera simultánea se llevó a cabo en diferentes países, en el marco del Día del Orgullo Gay que se celebra cada 28 de junio para conmemorar los disturbios de Stonewall que tuvieron lugar en 1969.
«Nuestro gran sueño es poder algún día, tener acceso a representar cargos de elección popular, salir a las calles sin ser señalados o con temor a morir en las calles y que nadie reclame nuestro cuerpo», afirmaron.
Considerando que Chiapas es uno de los estados más misóginos de la República, la comunidad trans pidió en este día mayor seguridad, porque aseguran, son ellas quienes pagan el alto precio de la misoginia y el machismo que impera en el estado.
Aunque esta no es la primera marcha en la ciudad, sí fue la más grande. Asistieron alrededor de 400 personas, lo que de acuerdo con Arturo Alfaro Castellanos es muestra de la unión que como comunidad han impulsado en los últimos meses ya que afirman: «si los demás nos rechazan, entre nosotros nos amaremos».
La marcha del orgullo es una demostración al mundo de lo orgullosos que están de formar parte de la comunidad que aunque es de las más criticadas, señaladas y maltratadas, también es de las más unidas y humanas que existen en la sociedad.

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