Agua y machismo en Chiapas, cargas sobre hombros de mujeres indígenas

Foto: La Lista

Durante encuentro sobre el agua en San Cristóbal de Las Casas se volvió a visibilizar la múltiple lucha para acceder al recurso hídrico, siendo las trasnacionales, la contaminación y el machismo los principales enemigos

Aquínoticias Staff

Desde el Tercer Encuentro por el Agua: “Liderando propuestas en agua y saneamiento por mujeres y pueblos indígenas”, mujeres de las comunidades indígenas en los municipios de Chenalhó, Chalchihuitán, La Trinitaria, Berriozábal, Sitalá, San Juan Chamula y Tenejapa hacen un llamado urgente a las autoridades sobre su situación que enfrentan para tener acceso al agua.

De acuerdo con una entrevista de la Revista Fortuna a Doña Victorina, habitante de la comunidad de San Lorenzo, en La Trinitaria, el principal problema al que se enfrentan es al acarreo del agua, tarea que recae en sus hombros.

Situación que se agrava en sequía, donde las mujeres no solo de la Trinitaria sino también de Chenalhó, Chalchihuitán, Berriozábal, Sitalá, San Juan Chamula y Tenejapa se ven obligadas a acarrear agua dos veces por semana durante dos horas, en las cuales llegan a reunir hasta mil litros que, según calculan, se acaban en dos días.

Y si bien podrían compartir esta ardua tarea con los esposos, se topan con otro reto, el machismo, pues la recolecta de agua es considerada una tarea doméstica, y dichas actividades son “exclusivas” de mujeres, por lo que si un hombre intenta ayudar, solo será objeto de burlas, narra Doña Victorina.

Otra situación que ocurre en la comunidad de San Lorenzo, es que una fábrica de semillas les quita y contamina el agua que consumen.

Doña Victorina explicó que el agua comenzó a cambiar de color hace aproximadamente 18 años, pero al principio los pobladores no sabían por qué. Fue, dice, gracias a que los biólogos que hicieron pruebas de calidad en el agua de La Trinitaria, que se supo que la contaminación causada por la fábrica era la causante de las constantes infecciones intestinales, enfermedades de la piel y oculares que comenzaban a padecer las familias de su comunidad.

Sin embargo, añadió, el problema no termina ahí, pues a raíz de la pandemia, los médicos dejaron de asistir, dejando también el cuidado de los enfermos en las manos de las mujeres, quienes se han ayudado con la medicina tradicional.

Si bien reconoce que por la ignorancia se consume agua sin hervir, otra barrera es que acceder a la leña es difícil. “(…) estamos en un tiempo en el que ya no se pueden talar muchos árboles y pues ya no nos conviene hervir el agua porque para conseguir leña hay que tumbar un árbol”.

Ante este escenario, desde el conservatorio que fue realizado por dos días, las mujeres de las distintas comunidades indígenas señalaron que es indignante que, a pesar de ser fundamentales para la supervivencia de sus pueblos, siguen invisibilizadas y marginadas en la toma de decisiones que afectan directamente sus vidas.

En este sentido, dentro de las exigencias que puntualizan los y las representantes de las comunidades destaca el alto total a todas las formas de discriminación, ya sea por etnia, género o edad, que han sufrido ante las instituciones, así como dentro de las estructuras comunitarias sobre las decisiones en agua y saneamiento.

De igual forma, indicaron que es imperativo erradicar la necesidad del acarreo de agua, una tarea agotadora que recae desproporcionadamente en las mujeres de estas comunidades, para las que también exigieron atención pública prioritaria, puesto que la situación de abandono prevalece.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *