Por Adolfo Ruiseñor
Como en la canción de The Beatles (Ahora y antes / Now and then), que gracias a la inteligencia artificial pudo rehacerse y poner en escena, cumpliendo el deseo de los integrantes ya ausentes de este mundo y en especial John Lennon, los ciudadanos mexicanos vivimos un momento decisivo, un parteaguas histórico con motivo de las elecciones de este domingo 2 de junio.
Dos visiones y proyectos de país se pusieron en la mesa del debate de las ideas y recorrieron el país, para que los electores puedan decidir –con bases y fundamentos– qué es lo que quieren y exigen de sus autoridades, que desean para el porvenir que se avecina. .
Por un lado, el Ahora que propone la continuidad de sus proyectos con base en su solvencia moral, en su apoyo social a los más vulnerables, en su cercanía con la gente y en su economía que lejos de caerse como auguraban, se ve fuerte, competitiva y con buenos números en materia de empleo.
Y por el otro, el Antes que no se ha podido despojar la camiseta de la corrupción tatuada en la dermis, y que más que construir y proponer quiere destruirlo todo y ensuciar a su rival de enfrente, más sumergido en la denostación personal que en la definición de una estrategia eficaz para sacar adelante al país.
Sería fácil reducir esta lid a un plebiscito o ratificación en favor del accionar en seis años de la insignia política que ahora gobierna desde el Ejecutivo federal y los estatales, hasta los ayuntamientos y las cámaras alta y baja que integran el Congreso de la Unión. Pero no es así.
Cada elección por naturaleza propia renueva sus proposiciones y ofertas; es decir, vuelve a reformular las preguntas y respuestas que la ciudadanía quiere escuchar. Ninguna elección es igual a las anteriores, cada vez que hay contienda los edificios vuelven a levantarse, las banderas se llenan de nuevas armas e insignias. Cara igual si se quiere, pero apariencia diferente. Ser es parecer y volverse a fundar sin descanso.
De ahí que este domingo los electores tendrán la voluntad y la capacidad de prolongar el mandato de MORENA, pero con otras caras y proyectos diferentes a los ejecutados por AMLO, para obtener dos mandos de gobierno de manera consecutiva (el Ejecutivo federal y estatal, Sheinbaum y Aguilar Ramírez, respectivamente), además de otros muchos cargos de representación popular puestos en juego.
La alianza PRI-PAN-PRD llega desgastada, muy abajo en las preferencias y con el rostro agrío de una derrota anunciada, por lo que su mayor aspiración será que el partido gobernante no obtenga la mayoría absoluta en las cámaras, que dejarían sin peso o presión a sus representantes populares para dialogar o llenar de piedritas el camino… no se sabe.
Muchos líderes de opinión y ensayistas políticos, ven este posible escenario como el peor y el menos deseable, porque no habría contrapesos a la voluntad de la nueva Ejecutiva federal.
Claudia Sheinbaum y Eduardo Ramírez se han adelantado para definir al respecto sus opiniones, diciendo que no habrá decisiones fundamentales sin el consenso de todas las fuerzas y actores políticos, pero que de ser necesario habrán de tomar determinaciones no fruto de corazonadas u ocurrencias de última hora, sino resultado del análisis objetivo y desapasionado.
Para eso adelantaron sus ejes y líneas de acción de gobierno en todos los temas, resultado además del debate libre, inclusivo y abierto con toda la ciudadanía, grupos y sectores sociales, organismos colegiados, asociaciones civiles, con los cuales definieron estrategias y prioridades. Ni exhibición de músculo ni capricho, sino voluntad de servir.
En la canción referida de este artículo que le brinda su nombre al mismo, los genios de El Cuarteto de Liverpool dicen en una parte de la melodía “Ahora y antes: It’s all because of you / Todo es por ti / And if I make it through / Y si lo logro / It’s all because of you / Todo es por ti…
En su canción de campaña “Jama ch’ulel”, que se traduce como abre tu pensamiento y que se presentó en el inicio de sus giras proselitistas y se volvió a escuchar ayer en el cierre de San Cristóbal, Eduardo Ramírez plantea un ideal de la misma naturaleza cuando pide que se abra el pensamiento y el corazón de toda la gente.
Ahora y Antes, presente y pasado, es la opción que plantea esta elección. El Jaguar Negro quizá concluyera diciéndote al lado de Los Beatles: “Y si lo logro, todo es por ti…”