La Cámara de Diputados aprobó en comisiones una reforma que busca proteger la producción nacional de maíz criollo, promoviendo un manejo agroecológico que asegure su pureza y disponibilidad para las futuras generaciones
Aquínoticias Staff
En una sesión crucial, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó esta noche una reforma que marca un hito en la protección de la soberanía alimentaria en México. La reforma, parte del plan C propuesto por el Ejecutivo, establece la prohibición del cultivo de maíz transgénico en todo el país, reafirmando al maíz como un elemento fundamental de la identidad nacional y un alimento básico para el consumo humano.
Aunque la prohibición es firme para la producción interna, la reforma permite la importación de maíz quebrado siempre y cuando su uso no esté destinado al consumo humano. Esta medida busca proteger la producción nacional de maíz criollo, promoviendo un manejo agroecológico que asegure su pureza y disponibilidad para las futuras generaciones.
Además de las restricciones al maíz transgénico, la reforma consagra el derecho de las personas a una alimentación sana y garantiza el abasto de agua para consumo doméstico. En áreas con baja disponibilidad de agua, no se otorgarán concesiones, priorizando el suministro para el consumo personal y uso doméstico, lo que refuerza el compromiso del gobierno con la sostenibilidad y la protección de los recursos naturales.
Durante la discusión, el partido Morena introdujo modificaciones que permiten excepciones a la prohibición de concesiones para la minería a cielo abierto y la fractura hidráulica en la extracción de hidrocarburos. Estas excepciones se aplicarán solo en casos que el Ejecutivo federal considere estratégicos para el desarrollo nacional, bajo la supervisión de un comité designado por la ley.
La aprobación de esta reforma representa un paso significativo en la protección de los recursos naturales y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles en México. Al mismo tiempo, equilibra las necesidades de desarrollo estratégico del país con la conservación del medio ambiente y la salud pública. Las bancadas coincidieron en la importancia de declarar al territorio mexicano libre de cultivos genéticamente modificados, fortaleciendo así la soberanía alimentaria y la identidad cultural de la nación.
