Al Son del texto / Tina Rodriguez

Los años más violentos de intolerancia religiosa en San Juan Chamula si bien ya quedaron atrás, ni negar que sus practicantes aparecen de vez en vez; igual la intolerancia política, ante regidores que ganaron sus cargos con otras siglas al PRI, y que nunca los dejaron tomar posesión.
Así protestantes y oposición eran rechazados por el solo hecho de que ahí se practica el catolicismo tradicionalista y son priistas «desde tiempo inmemorial» como dijo alguna vez uno de sus líderes locales.
Es decir que no se puede bajar la guardia ante el caciquismo en San Juan Chamula. Su máscara de tolerancia se diluye de pronto y vuelven a ser los mismos, y el respeto a los derechos humanos que fingen practicar ante las ONG´s que llegan con sus apoyos internacionales –otro interés implícito y de mucho dinero discrecional-, desaparece y no les importa ni siquiera la vida, todo bajo el pretexto de unos usos y costumbres flexible a sus intereses.
Cómo no recordar hasta niños apedreados en las escuelas públicas y expulsados de éstas por ser protestantes, sin importar sus derechos elementales jurídicos y sociales.
La quema de la casa de un regidor perredista hace años: «es que la gente no los quiere» es todo lo que dijo el alcalde de entonces, sin mencionar los votos que lo llevaron a ese cargo, pero ¿era necesario quemar esa casa?
No hace mucho, a principio de éste mes, indígenas de San Juan Chamula armados con palos, machetes y piedras se enfrentaron por primera vez luego de elecciones, con policías estatales frente a Palacio de Gobierno.
Otra vez lo mismo: la anulación de las elecciones locales con el argumento que el candidato ganador no fue electo por usos y costumbres. En esa trifulca que no llegó a más, rompieron cristales de las puertas principales del inmueble gubernamental.
Las cosas subieron al tono mortal el 21 de éste mes: otra vez indígenas de San Juan Chamula aplicaron «su justicia» en contra de dos presuntos ladrones, a los que quemaron vivos cuando, solo fueron a cobrar una deuda de un auto; era la celebración de San Mateo Apóstol, el santo patrono de esa comunidad.
Este sábado pasado, un policía murió por disparos de rifle AK-47; otros siete resultaron heridos, durante un operativo implementado por elementos de las policías Federal y Estatal para desalojar a indígenas priístas de la carretera Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal.
Lo mismo: los señores demandan desconocer el triunfo del PVEM, pero ahora en tres municipios de la zona Altos.
¿Hasta cuándo les van a permitir tanta impunidad a nombre de «sus usos y costumbres», que según muchas reseñas están por encima de los derechos humanos y la vida misma de terceros?

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