Hoy tiene que pedir disculpa pública a la ex regidora Amparo Díaz Vásquez
Sandra de los Santos / Aquínoticias
Tuzantán es un municipio de la región soconusco de Chiapas, de ese lugar a Tuxtla Gutiérrez se hace en promedio unas cinco horas de camino en automóvil. Amparo Díaz Vásquez perdió la cuenta cuantas veces durante tres años hizo el recorrido para ir al Congreso del Estado, la Auditoria Superior del Estado, la Secretaría de la Función Pública, el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) y el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH).
La razón por la que la ex regidora por Morena en Tuzantán iba y venía de estas instancias era para denunciar que sufría violencia política por razón de género de parte del presidente municipal, Bany Obeth Guzmán Ramos.
La regidora, durante el periodo 2018-2021, no pudo ejercer debidamente sus funciones porque el edil se lo impedía. Nunca hubo de manera regular reuniones de cabildo, tampoco se le dio un espacio para poder desempeñar sus labores, no se le permitió incorporarse a ninguna comisión, se le descontaron quincenas de su trabajo, y no se le dio su aguinaldo del último año.
El caso de la regidora de Tuzantán es ilustrativo de lo que sucede con las mujeres de partidos de oposición, que son relegadas en su cargo. La mayoría de ellas no denuncia.
En el 2015, Bany Obeth Guzmán Ramos fue candidato a la presidencia municipal por el partido Morena, pero perdió las elecciones. En el 2018, por la paridad de género en Tuzantán la candidata de Morena tiene que ser mujer así que Bany Obeth se cambia de partido y se va a Nueva Alianza.
«Yo creo que de ahí me agarró coraje, porque yo era de Morena y era mujer, y él tal vez pensaba que por la cuota de género él no pudo ser alcalde por el partido» dice Amparo Díaz Vásquez, tratando de entender lo que sucedió en su caso.
El Congreso del Estado de Chiapas y la Auditoria Superior del Estado le dijo a la entonces regidora que no podía hacer nada porque el municipio tenía autonomía y que su caso se debía de discutir en las juntas de cabildo. La resolución era un contrasentido porque de lo que se quejaba Amparo Díaz es que no había tales reuniones.
Su caso prosperó en el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas, pero el resolutivo salió apenas tres días antes de que concluyera la administración así que varios puntos de la sentencia quedaron sin efecto porque había terminado el periodo de la regidora.
Bany Obeth Guzmán Ramos se reeligió como alcalde, ahora, por el Partido del Trabajo (PT). Pero, Amparo ya no es parte del Ayuntamiento.
El resolutivo del Tribunal obligaba al presidente municipal a pedirle una disculpa pública, pagarle los salarios que se le debían a la regidora y también tenía que ser inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política en Razón de Género durante cuatro años.
La sentencia no se acató como era debido, porque la disculpa pública del alcalde lejos de resarcir el daño lo que hizo fue revictimizarla.
«En el kiosko del parque de Tuzantán se puso a decir varias cosas de mí muy feas, y eso lo publicaron también en páginas de Facebook, eso no fue una disculpa por el contrario fueron puras ofensas» señala la ex regidora.
Tuvo que meter otra denuncia ante el Tribunal para pedir que se acatará la sentencia y apenas hace unos días salió el resolutivo.
El alcalde tendrá que pedirle una disculpa pública este viernes 28 de enero que cumpla con el objetivo de resarcir el daño moral, además, será inscrito en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política en Razón de Género por seis años, le aumentaron dos por incumplir la primera sentencia.
El estar inscrito en este padrón lo imposibilita para poder acceder a un cargo de representación popular o la función pública al terminar su actual administración.
A pesar de que se dedicó gran parte del tiempo en el que fue regidora a pelear por poder ejercer el cargo, Amparo Díaz Vásquez no se arrepiente de la odisea que tuvo que pasar para que se concretará este fallo ya que asegura que las condiciones en las que se encuentran las regidoras de oposición en Tuzantán no son muy diferentes a las que ella estuvo.
Su caso, dice, se repite en varios municipios de Chiapas, en donde los alcaldes impiden que las mujeres que son de oposición puedan ejercer su cargo. Hizo un llamado a todas ellas a denunciar.