El pasado 31 de marzo, Alicia Bárcena terminó su periodo de 14 años al frente de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) dejando un extraordinario legado; en palabras del Secretario General de la ONU, la diplomática «encabezó una gestión progresista y visionaria y fue una de las primeras en impulsar la igualdad en sus múltiples manifestaciones, incluida la igualdad de género como piedra angular del desarrollo sostenible».
Alicia ha desarrollado una larga y exitosa carrera en la administración pública en México y en el sistema de Naciones Unidas. Bióloga por la UNAM -donde ha sido profesora- y Maestra en Administración Pública por Harvard, fue secretaria general adjunta de Administración de la ONU, dirigió el «Consejo de la Tierra» una ONG con sede en Costa Rica, y desde 2008 asumió el cargo de Secretaria Ejecutiva de la Cepal.
Los estudios con perspectiva de género y el impacto que ha tenido en las mujeres las crisis financiera de 2008 y sanitaria de 2020 en la última década desarrollados por la Cepal, son una gran contribución que permiten visibilizar la magnitud de los problemas y la situación que viven millones de niñas y mujeres en la región. Bárcena ha hecho bien su trabajo pero no se conformó con ello.
Bárcena fue la primera mujer en presidir la Comisión (antes dos mexicanos lo hicieron), cuya influencia y visión le otorgan un lugar entre el ideario cepalino de Raúl Prebisch, Celso Furtado y Osvaldo Sunkel.
En septiembre pasado, en el marco de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se presentó un novedoso Plan de Autosuficiencia sanitaria para la región elaborado por expertos de la Cepal dirigidos por Bárcena, que tiene el propósito de fortalecer la producción y distribución de medicamentos, en especial vacunas, para reducir la dependencia externa, una idea que fue bien recibida.
El sello de Bárcena ha sido determinante porque el organismo latinoamericano se enfocó en generar propuestas sobre problemáticas del presente.
Entre los múltiples aportes de su gestión está la promoción de una sociedad del cuidado que transforme las relaciones sociales y la creación del Observatorio de Igualdad de Género. En noviembre de este año se llevará a cabo la XV Conferencia Regional de la Mujer en Buenos Aires que sin duda será un espacio para reconocer la brillante trayectoria en la Cepal, de esta mexicana ejemplar.
Estar en espacios de decisión debe contribuir desde ahí a causas y cambios en beneficio del cambio social y de otras mujeres, particularmente aquellas sin voz. Sólo así, la presencia de una en un espacio tan importante significa un avance colectivo.