El consumo elevado de estos alimentos provocan mayor riesgo de desarrollar demencia
Lucero Natarén / Aquínoticias
Un reciente estudio publicado en la revista Neurology indica que las personas que consumen en demasía alimentos ultraprocesados generan aceleración en el deterioro cognitivo, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar demencia.
Cuando se habla de alimentos ultraprocesados, nos referimos a aquellos que no son naturales y que su producción consiste en mezclas de varias sustancias extraídas o derivadas de alimentos, que contienen alto contenido de sal, azúcar, grasas y sodio, además incluyen ingredientes no naturales como saborizantes, colorantes, edulcorantes, emulsionantes entre otros aditivos, sumado a que son bajos en proteínas y fibras.
A continuación, se enlista algunos ejemplos de los alimentos ultraprocesados:
- Refrescos, jugos, leches saborizadas
- Galletas
- Pan, especialmente el blanco
- Pizza
- Papas fritas comerciales
- Helados
- Salchichas
- Embutidos
- Cereales saborizados y endulzados
- Mayonesa, mermelada, margarina
- Pasteles
- Aderezos
- Snacks salados o dulces
- Chocolates y caramelos
- Barras «energizantes»
Esta asociación fue lograda por un grupo de investigadores quienes evaluaron a 72 mil 83 personas mayores de 55 años de edad y que no padecían demencia al inicio del estudio.
Durante un promedio de 10 años se evaluó la cantidad de alimentos ultraprocesados consumidos en dieta diaria, así como la aparición de la demencia; 518 personas fueron diagnosticadas con esta condición al finalizar el estudio. Para determinar si existía relación, realizaron estudios estadísticos.
Se determinó que por cada 10 por ciento de aumento en la ingesta diaria de alimentos y bebidas ultraprocesados, las personas tenían un 25 por ciento más de riesgo de desarrollar demencia.
De manera inversa, se descubrió que si una persona reemplazaba dicho 10 por ciento del consumo de ultraprocesados por alimentos sin procesar o mínimamente procesados, disminuría el riesgo de padecer demencia en un 19 por ciento.
Los expertos afirmaron que este no es el primer efecto nocivo a la salud asociado a los ultraprocesados, pues debido a su composición también favorecen el desarrollo de la obesidad, contribuyendo a la incidencia de la diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas, como la hipertensión y el cáncer, además de que pueden contribuir a padecimientos mentales como la depresión.
Por lo que limitar el consumo de ultraprocesados se constituye una estrategia para prevenir el desarrollo de múltiples enfermedades.
Puedes leer el estudio completo aquí.