Con una caravana inédita, el pueblo chiapaneco recupera espacios, activa la participación ciudadana y envía un mensaje firme por la paz, la convivencia y la prevención
Aquínoticias Staff
Luego de meses marcados por la tensión social, Altamirano dio señales claras de recuperación y esperanza. Las calles volvieron a llenarse de vida con una actividad que rompió el silencio: la primera caravana de volteos, una expresión simbólica y festiva para decir “sí” a la paz y “no” a la violencia.
Con luces, pintura, equipos de sonido y mucha creatividad, las unidades participantes recorrieron las principales avenidas del municipio. El mensaje fue contundente: Altamirano está de pie, en calma y avanzando con la fuerza de su comunidad. La iniciativa no solo fue un espectáculo visual, también un acto político de reconstrucción del tejido social.
Este evento tuvo un objetivo claro: recuperar la confianza ciudadana, especialmente entre niñas, niños y jóvenes. Las familias salieron a las calles sin miedo, con la seguridad de que la convivencia puede ser un acto cotidiano y no una excepción.
Organizadores y habitantes coincidieron en que este tipo de actividades fortalecen la cohesión social, al recordar que Altamirano tiene mucho más que conflictos: tiene alegría, cultura, trabajo y una comunidad dispuesta a sanar. “Estamos volviendo a caminar juntos”, expresó una participante del desfile.
La caravana fue también un mensaje institucional: en Altamirano hay una apuesta activa por la prevención, el diálogo y la paz, y cada acción ciudadana cuenta para consolidar esa ruta. Desde lo más local, se empieza a dibujar un nuevo relato para un municipio históricamente golpeado.
Así, entre luces, ritmo y sonrisas, Altamirano se reapropia de sus espacios y de su destino, demostrando que la seguridad también se construye con alegría, inclusión y comunidad.
