Después de años de ausencia, la Feria de San Caralampio regresa con toda su magia. La coronación de la reina y el ambiente festivo marcan el inicio de una celebración que promete alegría y unidad para el pueblo
Aquínoticias Staff
La espera terminó. Altamirano vuelve a vibrar con su feria más emblemática, esa que durante generaciones ha sido el corazón de su identidad. La emoción se sintió desde la primera noche, cuando la música, la convivencia y la tradición dieron vida a una fiesta que, más que un evento, es un símbolo de resistencia y esperanza.
El punto culminante de la apertura fue la elección de la reina de la feria, donde cinco jóvenes altamiranenses desfilaron con orgullo en trajes regionales y vestidos de gala. Entre aplausos y entusiasmo, el jurado coronó a Abril Joseline Gómez López, representante de las etnias Tzeltal y Tojolabal, quien ahora porta con honor el título de embajadora de la belleza y cultura local. Junto a ella, Lleymi Citlali Gómez Gómez y Alejandra García Villafuerte fueron distinguidas como princesas, completando así un cuadro de elegancia y tradición.
El presidente municipal, Gaspar Sánchez Jiménez, destacó que esta feria no solo es un regreso a la alegría, sino un símbolo del renacer de Altamirano tras años de incertidumbre. “Hoy vivimos una Nueva ERA de paz y transformación”, declaró, señalando que el pueblo se levanta con más fuerza, compromiso y esperanza en el futuro.
