Altos funcionarios, parte de la corrupcin en carceles: Arquidicesis

La sede del Cardenal Norbero Rivera asegura que el narco se ha adueñado de las penitenciarías. Reclama la descomposición del sistema penitenciario del país

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]a Arquidiócesis Primada de México aseguró que la impunidad y la corrupción que hay en las cárceles del país tienen un eslabón que poco se señala, el cual está en los altos niveles del gobierno.
«Las irregularidades no se dan simplemente como fruto del azar. Arriba hay responsables que, al final, son el eslabón que cierra esta cadena siniestra de corrupción. Reos y procesados son peones de esos patrones del crimen, y ahí están directores y funcionarios de alto nivel, quienes encumbran el estado de descomposición que los enriquece», destacó a través del editorial de Desde la fe.
Ante los motines que se han registrado en las últimas semanas en centros de readaptación social del país, la Arquidiócesis afirmó que el narco se ha adueñado de las cárceles.
«Grupos delincuenciales operan desde los centros de readaptación, en colusión con los trabajadores y responsables de los reclusorios y centros de reinserción social. Y, por otro lado, está la degradación de ese mismo sistema, que se ha visto rebasado por la realidad», advirtió el semanario Desde la Fe.
La arquidiócesis liderada por el Cardenal Norberto Rivera reclamó que a pesar de una cantada reforma penal no se ha logrado resolver el gran problema que subiste en las cárceles del país. «Las cárceles deberían ser escuelas de humanidad y no de criminalidad», advirtió.
Además de la violencia en los centros de reclusión, la iglesia resaltó que las características en las que viven los presos no son las mejores. Recordó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) evidenció, en su informe del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, que en dormitorios destinados a cuatro reos están hacinadas hasta 30 personas.
Asimismo, mencionó que abundan las enfermedades en esos sitios ante la carencia de materiales médicos suficientes y la atención profesional para los internos, además de la proliferación de adicciones y la escasez de custodios cualificados.

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