Concepción Moral, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, nos da luces sobre esta interesante afición
Lucero Natarén / Aquínoticias
Quizá has notado que puede llegar a ser único el asistir a un concierto de tu artista o grupo musical favorito y cantar sus éxitos. Hay ciencia detrás de ello, explica la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Concepción Moral.
Para empezar, explica, ir a conciertos genera una sensación de comunidad, elimina tensiones, calma desde un punto de vista social y también las emociones negativas, e, incluso, genera dopamina y serotonina en el cerebro, dos hormonas responsables de la felicidad.
Otro elemento que detona esa felicidad es el cantar, lo cual también promueve la producción de dopamina. «Y cuando nos sincronizamos en una práctica musical se ha detectado que enriquece al ser humano. La música compartida con el otro es realmente poderosa».
Por otro lado, la especialista afirma que se ha demostrado que cuando se comparte una experiencia musical, como un concierto masivo, es mucho más fácil ser empático con lo que otras personas sienten.