El profesor-investigador Francisco Javier Aparicio Castillo aseveró que el mandatario Andrés Manuel López Obrador debe entender la importancia de los contrapesos en la búsqueda de la democracia, en referencia a la intención de desarticular órganos autónomos
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
El profesor-investigador de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Francisco Javier Aparicio Castillo, calificó como riesgoso para el sistema democrático, que Morena y sus partidos aliados intenten desarticular órganos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE).
«El presidente hace muchos juicios de valor, muchos de ellos a la ligera, a veces te sonríe y te dice que es un chiste o al día siguiente te desdice, o te dice que me mal interpretaron», expresó.
En el marco del Conversatorio: Democracia ¿hacia dónde vamos? «Justicia Electoral, Participación y Ciudadanía» que impartió en el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), consideró que a un año de esta administración de gobierno, el partido en el poder debe evitar abusos.
El especialista advirtió que, aunque al presidente Andrés Manuel López Obrador no le gusten los contrapesos, debe de tomar en cuenta que estos son necesarios en toda nación que busque fortalecer su sistema democrático.
«Yo creo que sí vulnera, llamémosle el pacto constitucional de nuestra democracia… le incomodan los contrapesos, pero cuando los contrapesos incomodan es porque están haciendo su trabajo», dijo.
«Cacería de brujas»
Consideró que la renuncia de Pedro Salmerón Sanginés del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), fue una cacería de brujas, esto tras la polémica generada por calificar de «valientes jóvenes» a los exintegrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Dijo que la renuncia de Salmerón fue injusta, debido a que pudo más lo dicho, que las acciones realizadas como funcionario público.
«Que se tome más en cuenta las decisiones o las omisiones de los funcionarios públicos que sus dichos».
«Todo mundo tiene que hacerse responsable de lo que dice, pero creo que hay que tener cuidado con hacer como una cacería de brujas con la vigilancia del discurso», dijo Aparicio Castillo.
