Ante despidos masivos, partidos politicos callan

Ni siquiera Morena, de Andrés Manuel López Obrador, se ha pronunciado en defensa de la clase trabajadora de Chiapas que pierde su empleo en el arranque de un año de alza de precios y crisis económica; menos que lo hagan el PRD o el PAN que sirven al partido en el poder

Rodrigo Ramón Aquino / Portavoz

[dropcap]M[/dropcap]iles de familias chiapanecas viven momentos de incertidumbre y desesperanza al enterarse de las medidas tomadas por el gobierno de Chiapas para hacer frente a recortes del presupuesto federal.
Como ya es del conocimiento público, desde el lunes 2 de enero de 2017, y sin notificación previa, comenzó una serie de despidos en dependencias estatales a fin de adelgazar la nómina. Se prevé que la desocupación supere los 10 mil.
Sin el debido cuidado y respeto a la dignidad de las personas, a algunos trabajadores simplemente ya no los dejaron entrar a las oficinas, a otros les retiraron el reloj chequeador para evitar el registro de asistencia.
Mientras el gobernador ha evitado pronunciarse al respecto, y, por el contrario, ha propalado el no cobro de tenencia por segundo año y el no aumento de impuestos como el gran acto sensible de su gobierno, los partidos políticos, de quienes se esperaría pronunciamientos a favor de la clase trabajadora, simplemente han hecho mutis.
En la entidad hay siete partidos políticos en activo. Se entiende que tanto el PRI, aún dirigido por el senador Roberto Albores Gleason, y el PVEM, con su presidente Eduardo Ramírez Aguilar, justifiquen y hasta defiendan el actuar del gobierno del estado, pues son los partidos en el poder.
El mismo aplauso recibe de los partidos políticos locales de corte oficial como Mover a Chiapas y Chiapas Unido, pero muy criticable es que los supuestos partidos de oposición, como el PRD, el PAN y hasta Morena permanezcan callados ante la medida que pone el riesgo el pan de las familias y el futuro de los jóvenes chiapanecos.
Cómo justificar el actuar cómplice de estos «opositores», sino es mediante el entreguismo y la cooptación, a grado tal que ni el partido de Andrés Manuel López Obrador, el que se dice de la esperanza y de las auténticas causas de izquierda, ha defendido a la clase trabajadora. Menos lo harán el Sol Azteca y el blanquiazul, que sirven al Partido Verde.
Así los partidos políticos en Chiapas: en el momento en que más los necesita la ciudadanía, la abandonan. En la hora que deben exigir al gobierno y al gobernador ajustarse el cinturón y reducir los exorbitantes salarios de los funcionarios de primer nivel, callan y se esconden.

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