Ante encarecimiento de farmacos, medicina alternativa comienza a ser mas aceptada

Aunque ha sido ampliamente criticada, sigue habiendo muchas personas que confían en este tipo de tratamientos

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]l encarecimiento de fármacos de patente, su agresividad en el organismo y el incremento en la cantidad de personas sin seguridad social en el estado, convierten a la medicina alternativa en una opción que, pese a la polémica que genera, gana aceptación en algunos sectores.
El término «medicina alternativa», de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hace referencia a un conjunto amplio de prácticas de atención de salud que no forman parte de la propia tradición del país y no están integradas en el sistema sanitario principal.
Según Roberto N. uno de los promotores de esta práctica en Chiapas, la falta de compromiso con la vida de los pacientes que se demuestra en los centros de salud, fue el detonante para que este tipo de medicina ganara adeptos.
«Desde que se descubrió que la medicina se ha convertido en mercancía que tiene un valor numérico, le pusieron un signo de precio a la salud, sabiendo que existen muchos pueblos, colonias e incluso barrios en las ciudades que no pueden tener acceso a la medicina alópata por falta de recursos económicos.»
Lo anterior, dice, aunado a que las terapias que se ofrecen son consideradas «de menor agresividad», comparada con otros tratamientos.
A diferencia de las consultas clásicas que algunos tachan como «rápidas», los médicos «alternativos» dedican tiempo a su paciente y le escuchan, asegura Roberto, quien conoció la medicina alternativa hace aproximadamente 20 años y hoy se dedica a «curar y enseñar» sus conocimientos a todas aquellas personas que deseen «de manera desinteresada» apoyar a quienes más lo necesitan.
Y aunque reconoce que en la mayor parte de los casos este tipo de tratamientos representan el último intento de cura, considera que la eficacia terapéutica y el costo de su aplicación, son los principales factores que han influido en el auge de la práctica.
Sin embargo, explica que para curar los males del cuerpo humano, no se necesita más que una buena alimentación pues el cuerpo siempre será el reflejo de lo que comemos; «mantener un buen plan de alimentación y ejercicio, sin olvidar atender los problemas emocionales son la clave de la salud, si se trabaja en estos aspectos adecuadamente, todo se puede remediar».

¿Quiénes hacen uso de ella?

Algunas de las ramas utilizadas por la medicina alternativa son la acupuntura, homeopatía, terapias físicas o manuales y el tratamiento con plantas curativas que según la experiencia de quienes han probado este método curativo «son menos agresivas que los fármacos».
«La posibilidad de curarse con este nuevo sistema surge de la idea de modificar el sistema de salud en México, una filosofía de autonomía de las políticas del Estado que por casi 30 años ha encabezado un grupo de mujeres y hombres experimentados en la práctica de la medicina alternativa y que es subsidiado por aquellos que deseen aprenderla», comenta uno de los promotores, que prefirió mantenerse en el anonimato.
Según una encuesta reciente del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el 84 por ciento respondió que la medicina alternativa «es parte de la tradición mexicana»; de este tipo, la herbolaria es la más recurrida por los mexicanos, 44 por ciento hace uso de ella.
Del total de personas encuestadas, las mujeres mexicanas son las que más declararon hacer uso de la medicina alternativa, 35 de cada 100.
Los usos alternativos medicinales más populares para los mexicanos, según este estudio son: Herbolaria 44 por ciento; Homeopatía 11.5 por ciento; Tratamientos alternativos para enfermedades digestivas 7.6 por ciento por ciento; Biomagnetismo 2.9 por ciento; Quiropráctico 1.4 por ciento; y Aromaterapia 1 por ciento.
La encuesta también señala que el 53.3 por ciento de los mexicanos visita al médico en cuanto cree estar enfermo, el 22.4 por ciento toma algún fármaco, mientras que sólo el 19 por ciento decide «echar mano de un remedio casero».
En el caso de la capital, en las colonias, ejidos y algunos barrios, los métodos alternativos son bien recibidos, según refiere Margarita López, quien lleva un par de años utilizando estos métodos que, dice, son favorecedores, no tienen efectos secundarios y, sobre todo, «no afectan la economía familiar».
Roberto asegura que la medicina alternativa es capaz de curar enfermedades crónico degenerativas e incluso, algunas consideradas como terminales, sin embargo, su curación depende del grado de avance que la enfermedad tenga al momento de iniciar alguno de los tratamientos.
«No somos magos, eso tiene que quedar claro y por esa misma razón, es que algunos descalifican lo que hacemos, y no se vale descalificar algo que no se conoce, los resultados hablan por sí solos y no te puede pasar otra cosa durante el tratamiento que no sea curarte.»
«Lo importante es encontrar qué produce la enfermedad no dar medicamento para cada dolor, nosotros no buscamos curar enfermedades, queremos prevenirlas», señala el especialista en medicina alternativa.
Alergias, diabetes, depresión, artritis reumatoide, glaucoma, cirrosis, hepatitis A, B y C, fibromialgia, cardiopatías y hasta cáncer son algunas de las enfermedades tratadas con la medicina alternativa.
Debido a los «alcances» que la medicina alternativa asegura tener, ha sido acreedora a distintas críticas, como es el caso de la homeopatía, la cual afirma que una sustancia que provoca determinados síntomas en una persona sana, en pequeñas cantidades, es capaz de curar los mismos síntomas o semejantes en una persona enferma.
Por esa razón, ha sido objeto de debate y controversia entre los expertos en medicina (farmacéuticos, médicos, etcétera) pero así como cuenta con detractores también tiene defensores.
Lo cierto es que cada persona es libre de elegir qué tratamientos desea utilizar e informarse sobre la eficacia y seguridad del método que elijan.

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