Ante falta apoyo del gobierno, piden y reciben ayuda de fuera

Debido a que la ayuda no ha sido eficiente ni transparente por parte del gobierno, Adrián Estrada se valió de las redes sociales para contactar amigos y pedirles donaciones con el fin de reconstruir un preescolar en el ejido Santa Virginia del municipio de Pijijiapan, donde se originó el terremoto del pasado 7 de septiembre; la causa llegó a los oídos de Ana Carrillo, en Frankurt, Alemania

Portavoz Staff

[dropcap]L[/dropcap]a devastación que dejó el terremoto de 8.2 grados el 7 de septiembre en la entidad, así como la poca eficiencia y transparencia de las autoridades para esparcir la ayuda a todas las partes afectadas, despertó el espíritu solidario de muchos ciudadanos tanto del país como fuera de él. Tal es el caso de Adrián Estrada, un médico que se valió de las redes sociales para contactar amigos y pedirles donaciones con el fin de reconstruir un kínder en el ejido Santa Virginia, en el municipio de Pijijiapan, donde se originó el sismo; la causa llegó a los oídos de Ana Carrillo, en Frankurt, Alemania, quien recaudó fondos para la misma.
Adrián Estrada relató, en entrevista para Huffpost, cómo nació esta iniciativa de apoyo para los damnificados de Santa Virginia. Todo comenzó con una inquietud personal del médico; para él era necesario ver con sus propios ojos lo que sucedía en dicha comunidad.
Al llegar, a una hora y media de donde vive –Pijijiapan–, corroboró que lo que había visto en las redes sociales era cierto: el sismo y las lluvias habían dejado a Santa Virginia en una situación crítica. El terremoto derrumbó viviendas y un jardín de niños; los árboles cayeron sobre los salones de madera con techos de láminas; y una barda se derrumbó. Cinco días después, las precipitaciones ciclónicas dejaron a los ejidatarios –la mayoría de pescadores–, inundados.
«Lo que no terminó de tirar el terremoto, lo tiraron las lluvias», dijo el médico.
Adrián Estrada es originario de la Ciudad de México pero reside en Pijijiapan; había visto en redes sociales el desmoronado kínder «Albert Bruce Sabin», al cual asisten 41 niños en la comunidad de Santa Virginia. Fue entonces cuando comenzó su labor de ayuda; sus contactos en Facebook y conocidos en la Ciudad de México le enviaron el dinero con el que compró 55 despensas para los afectados.
El sábado 19 de septiembre, el médico emprendió desde Pijijiapan el camino de una hora y media por carretera, luego por terracería, hasta arribar a la comunidad. «(El ejido) estaba devastado. La gente estaba con el agua hasta las rodillas. Habitantes con enfermedades parasitarias, con hongos, por las condiciones en las que vivían», describió.
Además, explicó que muchos de los pobladores afectados se dedican a la pesca, por lo que con los dos fenómenos naturales también perdieron sus empleos, que de por sí eran modestos: 100 pesos al día para mantener en promedio a unas cinco personas.
«Percibí tristeza, bastante. Estaban desesperados porque la ayuda no llegaba. Habían pasado los de Cruz Roja pero sólo les dejaron agua porque según esa era su única necesidad, pero ellos no tenían fuente de trabajo porque se dedican a la pesca y, por las condiciones climatológicas, se quedaron sin trabajo».
Las despensas fueron almacenadas en los salones que se encontraban en mejores condiciones; luego, fueron entregadas a la comunidad. Al platicar con los lugareños, Adrián supo que al ejido no había llegado ayuda municipal o estatal, y lo que más preocupaba a los ejidatarios era la educación de sus hijos. A raíz de esto, se propuso destinar la ayuda a la reedificación del kínder.
«Como la necesidad de los padres era que los niños entraran a la escuela, lo que decidimos hacer con el recurso que nos estaban enviando fue comprar material para reconstruir el kínder», dijo.
El médico continuó pidiendo ayuda por redes sociales a sus amigos, y de voz en voz, la noble causa llegó a los oídos de Ana Carrillo, hasta Frankfurt, Alemania.
La mexicana puso en el bar de su suegro, en el que trabaja, una «cajita mágica» de donaciones y se dedicó a explicarle a los alemanes, la situación que vivían sus compatriotas en México tras los sismos, de acuerdo con Huffpost.
Su primera idea fue reconstruir toda la escuela pero la meta era muy ambiciosa: 250 mil pesos por tres aulas y la bardita; «lo vimos inalcanzable», confesó Adrián. Entonces establecieron una nueva meta: un salón que costaría 66 mil pesos y que sería reconstruido por un maestro albañil con ayuda de los papás de los alumnos.
Con las donaciones de los alemanes y mexicanos, Ana Carillo y Adrián Estrada consiguieron 59 mil pesos para comprar los materiales. Este lunes, en coordinación con maestras y habitantes, comenzaron las labores de construcción del kínder con la intención de que con la pequeña aula puedan reiniciarse las clases.
Una de las profesoras dijo al médico que las autoridades les negaron la ayuda, «que no darían ni un bloque de cemento» para la reconstrucción del jardín de niños.

Ni ayudan ni dejan ayudar

No es de asombrarse que la actitud y acción de las autoridades responsables para destinar la asistencia y los recursos a los afectados sea reprobable. Los ciudadanos han denunciado en redes sociales el desvío de los kits de ayuda y los fondos para los damnificados en Pijijiapan. Otros más han informado que hay comunidades en donde al gobierno y Protección Civil no se les ha visto poner un pie, para realizar los dictámenes y enviar apoyo.
Respecto al ejido de Santa Virginia, el médico Adrián Estrada —en una de sus visitas a la comunidad— habló con los lugareños y las maestras sobre la ausencia de ayuda por parte de las autoridades municipales y estatales.
Fue el 30 de septiembre cuando el líder del ejido, Amadeo Arreola Lorenzano, le pidió grabar un mensaje en video sobre la situación en Santa Virginia y el poco apoyo que hay llegado. Según Huffpost, también le dio una carta en donde declara que no se recibió ninguna ayuda humanitaria:
«Ejido Santa Virginia a 1 de octubre de 2017.
Con esta fecha se presentaron los ciudadanos Noé Gómez Madariaga y Adrián Estrada, nos hicieron preguntas de si habíamos recibido el apoyo de un tráiler de despensas que es de la Cruz Roja. Como comisionado de mi ejido le manifiesto que nunca llegó dicho tráiler con las despensas a esta comunidad de Santa Virginia. Manifiesto que tenemos apoyo de Sedesol e iglesias evangélicas, una de ellas magisterio de San Cristóbal de Las Casas, y el sábado 30 de septiembre llegó una camioneta de la Cruz Roja con dos toneladas y media. Si este tráiler no llega a la comunidad pedimos que se investigue. Por sus atenciones a nuestras declaraciones de los apoyos que hemos tenido les damos las gracias», se lee en la misiva.
Sobre la acusación, el gobierno de Pijijiapan dijo a HuffPost México que los habitantes de Santa Virginia sí recibieron ayuda humanitaria por el sismo y desconocían los dichos de pobladores citados en esta nota.
«Esa ayuda humanitaria se hizo llegar mano a mano en conjunto con las dependencias que vinieron y que consistió en víveres, despensas, agua, colchonetas, se implementaron brigadas médicas y toda la ayuda fue canalizada en coordinación con Sedena, Semar y Protección Civil federal», dijo Mauricio Arriola, asesor del presidente municipal.
En relación con las inundaciones, Arriola dijo que visitaron a los pobladores de la comunidad para exhortarlos a moverse a un albergue cercano, pero que «los habitantes de ese lugar no quisieron salir por temor a dejar solas su pertenencias o viviendas y que pudieran ser vulnerables a robo».
Sobre la reconstrucción, Arriola dijo para dicho medio que es una labor del gobierno federal y que el municipio lo que hace es sumarse a los esfuerzo y trabajar en coadyuvancia.
La página del gobierno municipal publicó fotos en las que aparece el presidente municipal de Pijijiapan, Aristeo Trinidad Nolasco, con la leyenda: «El día de hoy acudimos al Ejido Santa Virginia con personal de Plan Marina y la Jurisdicción VIII, con brigada médica y de servicios».
En la edición de ayer de Portavoz, se informó de nueva cuenta que Aristeo Trinidad es señalado por la ciudadanía de beneficiar con apoyos a sus allegados porque está en busca de su reelección en 2018.
En esta ocasión, es acusado de desviar la ayuda de los damnificados para favorecer a un grupo de ejidatarios de la colonia Las Brisas, dejando principalmente sin el apoyo social a madres solteras y campesinas.
Los inconformes aseguran que este secuestro del apoyo es con fines políticos, pues es muy conocido que Aristeo Trinidad buscará repetir el cargo de presidente municipal a pesar que los habitantes han reprobado su gestión por el desinterés mostrado con la seguridad y su inacción ante conocidos casos de violencia contra las mujeres.

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