Ante el aumento desmedido de desapariciones en el país en los últimos 15 años -que ascienden a cien mil personas-, el número de especialistas en antropología y medicina forense se ha visto rebasad
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Ante el aumento desmedido de desapariciones en el país en los últimos 15 años -que ascienden a cien mil personas-, el número de especialistas en antropología y medicina forense se ha visto rebasada.
Chiapas es el segundo estado con más personas desaparecidas en el sureste, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), desde el periodo de marzo de 1964 a mayo de 2022, en Chiapas se contabilizaron 3 mil 490 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas, sin embargo, de 549 no se ha vuelto a saber nada de ellos. Mil 407 son hombres y a 2 mil 83 mujeres.
«Ahora todo el país, es una fosa común y desafortunadamente son muy pocos los colegas que se dedican a la antropología forense porque hay muchos riesgos, buscar desaparecidos no es una cosa fácil ni emocional, ni físicamente, sumado a riesgos», explicó Royma Nayeli Gutiérrez García, arqueóloga y maestra en Estudios Mesoamericanos.
Este problema humanitario que ha crecido en los últimos años, por otra parte, abre la oportunidad de profesionistas o se requieren mayor número de especialistas en esta materia, las cuales se ofrecen en la Licenciatura de Arqueología en la Unicach.
La maestra detalló que, las y los antropólogos forenses tienen como función principal analizar restos en lugar de preservarlos como evidencia, a menudo son llamados a escenas donde se encuentran restos descompuestos para comenzar el análisis antes de que se muevan los restos.
Actualmente se demanda una identificación más completa y fiable de los sujetos cuyos restos aparecen esqueletizados o en descomposición.
«Se ha incrementado la necesidad de identificación humana a partir de restos por el aumento de problemas de violencia», detalló Nayeli Gutiérrez García.