En el tercer trimestre del 2020, las mujeres ocupadas en la informalidad ganaron 19 por ciento menos que los hombres
Lucero Natarén / Aquínoticias
La diferencia salarial entre mujeres y hombres durante la pandemia sigue siendo muy notable en ambos tipos de campos laborales, es decir, formal e informal, ya que, en el tercer trimestre de 2020, las mujeres ocupadas en la informalidad ganaron 19 por ciento menos que los hombres, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO).
Así mismo, en el sector formal no ocurre una historia distinta, ya que los ingresos de las trabajadoras fueron 13 por ciento menores que los de los trabajadores.
En términos de capital, durante el mismo periodo, una mujer ocupada en la formalidad ganó mil 210 pesos menos que un hombre, mientras que, en el sector informal, esta diferencia fue de mil 114 pesos. Antes de la pandemia, esta brecha fue de mil 435 pesos y mil 260 pesos, respectivamente.
Ante esta realidad, el IMCO generó una serie de recomendaciones que pueden ayudar a reducir la brecha salarial y asegurar el acceso a las mujeres al empleo formal, destacando las siguientes:
Dimensionar las propias salariales. Las organizaciones públicas y privadas deberían analizar sus diferencias salariales para puestos similares. Esto a través de políticas de remuneración salarial para tratar de cerrar las brechas (por ejemplo, a través de capacitación continua, acciones de conciliación entre el trabajo y la familia, programas de mentorías para mujeres, entre otras).
Asegurar la definición de los puestos de trabajo con base en las competencias y conocimientos de los trabajadores. Las percepciones salariales en todos los niveles jerárquicos de las organizaciones deben definirse con base en un tabulado indistinto, a fin de que se asegure que las remuneraciones sean iguales tanto para mujeres como para hombres.
Generar e implementar iniciativas desde el gobierno. Similar a la Ley de Igualdad en las Remuneraciones, para garantizar que en las organizaciones de la iniciativa privada se reciba igual salario por igual trabajo entre mujeres y hombres. De esta manera se asegurará que se paguen de manera justa las actividades laborales al mismo tiempo que se incentiva la permanencia de las mujeres en el sector formal.
