Apolo en Backstage

El pasado 13 de octubre, la banda del desierto visitó las montañas de Chiapas para ofrecer lo más nuevo de su música antes de partir a Europa

Cristian Jiménez / Portavoz

Viajeros del desierto

Con su peculiar estilo, Apolo, de la mano de Lumaltok y Sexy Zebras, se apoderaron de los escenarios, compartiendo el ritmo del Norte con el frío de las montañas del Sur.

El punto de reunión fue el ya conocido Hostal «Catrina» de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. En la habitación yacían Albar (Vocal), Santiago (Bajo), Zurdo (Guitarra) e Iván (Batería), integrantes de Apolo, acompañados del fotógrafo de la banda, y Beto «Entraña», director de Rockomiteco.
Fue en el 2015 cuando Apolo conoció por primera vez el suelo chiapaneco, al encaminarse por una gira en Centroamérica. De la mano de contactos y ahora amigos se abrieron tres fechas para Chiapas, una Tuxtla problemática, San Cristóbal con niebla y un salvaje Comitán.
Cada uno de los miembros tiene marcadas historias en su piel; destacan un escarabajo en el pecho de Iván, y una serpiente en el brazo de Zurdo; también hay símbolos, triángulos y el logo oficial de la banda tatuado con una tradicional tinta negra.
Fue cuestión de un año para que Apolo regresará a Chiapas, esta vez en el festival de rock «Rockomiteco» como banda principal, siendo para la escena comiteca, un impulso fuerte para el rock local. «Ellos son parte de un antes y un después de «Rockomiteco», nos inspiraron para hacer grandes cosas», completó Beto, entre los aplausos de sorpresa de la banda de Chihuahua.
En la visita de este año, vinieron con la grata noticia de que la banda mexicana se irá de tour a Europa y como parte de su despedida del país, decidieron buscar la manera de presentarse en los lugares donde consideran se sienten como en casa, y Chiapas fue la primera fecha de estas presentaciones.
«El estado está muy vibrado; igual los Sexy Zebras, en esta que es su primer vez en Chiapas, sintieron la vibra inmediata del ecosistema y se han llevado una buena impresión; está vez queremos conocer más el estado, aprovechar toda esta vibra chida que tienen», aseguró Iván.

¿Cuál es el viaje de apolo?

Al cuestionar sobre el camino filosófico de Apolo, Albar, vocalista de la banda comparte: «Nosotros somos diferentes, pero nos hermanan nuestros gustos principales y las afinidades personales; aunque no diría que tenemos una ideología o una bandera, al momento de estar en Apolo, estás aceptando que vas a dar todo por el rock; a veces te va tocar perder, pero también es aceptar que te van a pasar cosas chingonas y únicas, ya sean experiencias o pasos para crecer como banda; aquí no debemos ser mamones, tener los pies en la tierra, ser humildes y el que empiece a ser mamón, se la ve con todos».
Quienes han escuchado a Apolo, habrán notado que tienen una forma particular de componer, en el sentido de que a diferencia de otras bandas que en sus discos siguen una línea aparente, esta agrupación opta por presentar un abanico de historias que se complementan en un viaje dispar pero armónico.
«Desde el primer EP, tenemos mil maneras de componer una canción y puede ser a través de un riff, de un verso, de un título de una canción, de un escrito, de un ritmo o un jam; tenemos múltiples maneras de componer, y eso es algo que nos gusta porque no nos cerramos a una sola forma», afirma Zurdo.
Parte de lo orgánico de la creación se basa, según ellos, en la buena conexión entre miembros, algo que es evidente en las presentaciones; incluso otros músicos como «Los Románticos de Zacatecas», «División Minúscula» o «Ruido Rosa», han aplaudido su salvaje base rítmica, y la ejecución talentosa de su música.
Todo esto se hizo presente en el concierto a foro lleno que se realizó esa noche, iniciando con un verso escrito en el camino a San Cristóbal describiendo las montañas y la niebla, para después romper con las líneas entre músicos y público.

De vuelta al garage

Actualmente, Apolo graba lo más nuevo de su música de manera independiente, de la mano de un estudio del mismo Iván, llamado «La Madriguera». Realizan su primera producción independiente y describen el sonido de este disco como más «pensado» pero con la esencia de Apolo.
«La idea es conservar la vibra, que se puede perder al estar refinando todo en el aspecto de la ejecución; nosotros somos un poquito animales y nos gusta la crudeza del sonido», explica Iván.
Entre los nuevos sencillos que han liberado este año están El Dorado y Mefistófeles, y afirman que cada canción es crear un ente con vida propia, por lo que sus discos suelen ser un viaje dentro de múltiples ideas y no de una sola.
En sus primeros sencillos, Apolo se demuestra más oscuro y con estas nuevas historias, la banda espera ofrecer un contraste en cuanto a sonido y a discurso.

Incómodos

Al preguntarles sobre la escena nacional, se retomó una idea que anteriormente ya habían compartido en The Risin» Sun. La describieron como un espacio controlado por una industria bastante fuerte, que prefiere a las bandas con sonidos más «amables» —por no decir poperas—, que propuestas contemporáneas que optan por un rock más clásico.
Aunque no están peleados con estas bandas de rock pop, afirman que por ellas se cierran los espacios para buenas bandas de rock que, además, no cumplen con los requisitos de sumisión al poder: «No quieren bandas que hablen de rock, de drogas, de realidades; para ellos (industria musical) ese es un rock que incomoda y que se debe relegar», afirma Santiago.
Aseveran que existe otro lado de la moneda, donde yacen músicos con ideas originales y que salen paso a paso de sus trincheras. Les ha tocado compartir escenario incluso con músicos de rap–trap, que tienen ideas similares a las suyas, diferentes géneros pero mismo discurso.
«La escena del Centro del país es una convergencia de todos lados, pero desafortunadamente la maquinaria de la música comercial está bastante estructurada de tal manera que dejan fuera a un montón de bandas que no tienen los medios y los recursos para crecer; hay una escena under en el DF (hoy Cd. de México), de donde es muy difícil desprenderse; la ventaja es que hay mucha gente en el Centro que la mantiene nutrida, pero tampoco deja crecer a los proyectos que podrían representar la música nacional», considera Zurdo.
Mientras tanto, Apolo ya planea su primer viaje a Europa, donde con la ayuda de un fan muy fiel en Suecia, lograron hacer el contacto con embajadas en Europa; y de la mano de los Sexy Zebras, banda española, lograron concretar fechas en España, por lo que éste es un viaje que hablará no sólo por Chihuahua, sino por México.
Si aún no conoces este proyecto, vale la pena escucharlo, principalmente por ser de lo más nuevo del rock nacional; además, al escuchar a Apolo puedes conocer a un sinfín de bandas que están poniendo en alto al rock y que al igual que ellos, le ofrecen a México su música para crecer como escena.

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