El presupuesto proyectado para 2025 deja a las ANP con apenas 1.19 pesos por hectárea, evidenciando una brecha crítica entre expansión territorial y capacidad de conservación
Aquínoticias Staff
México cuenta con 232 Áreas Naturales Protegidas (ANP), que abarcan más de 99 millones de hectáreas de ecosistemas vitales. Sin embargo, el presupuesto asignado para 2025, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), es de solo 118 millones de pesos, lo que equivale a 1.19 pesos por hectárea, una cifra alarmantemente baja que compromete la viabilidad de su conservación.
En el último año de su mandato, el expresidente Andrés Manuel López Obrador incrementó el número de ANP en 27 nuevas regiones, alcanzando un total de 232. Sin embargo, este crecimiento no ha sido acompañado de un aumento proporcional en el presupuesto. Para 2024, la asignación fue de 113.7 millones de pesos, y para 2025 se proyecta un aumento marginal de apenas cinco millones de pesos.
Especialistas en conservación han señalado los riesgos de este desbalance. Gina Chacón, directora de políticas públicas de Wildlands Network, advirtió en entrevista que la falta de recursos limita la capacidad de vigilancia y gestión:
«La reducción constante en el presupuesto afecta directamente la creación de programas de manejo, que son guías fundamentales para la conservación y el uso sostenible de estas áreas.»
Además, la falta de personal para el monitoreo y la protección de estas zonas deja a las ANP vulnerables a amenazas como la tala ilegal, el saqueo de recursos naturales y la explotación pesquera no regulada.
La Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, en Baja California Sur, es uno de los santuarios más importantes de la ballena gris. Con una extensión de 2.5 millones de hectáreas, cuenta con solo 13 guardaparques, cada uno responsable de 195,900 hectáreas, una cifra 70 veces mayor a lo recomendado por la Federación Internacional de Guardaparques.
Por su parte, la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, que abarca 56,259 hectáreas entre Michoacán y el Estado de México, dispone de apenas cuatro guardaparques, cada uno encargado de 14,000 hectáreas. Esta carencia de personal ha facilitado actividades ilegales como la tala por grupos del crimen organizado, poniendo en riesgo la sobrevivencia de la especie icónica.
Según la Ley Federal de Derechos, los ingresos generados por el turismo en las ANP deberían destinarse a su conservación. En 2023, estas zonas recaudaron 326.4 millones de pesos; sin embargo, el presupuesto asignado fue de menos de la mitad. Este incumplimiento legal agrava las dificultades para mantener estos espacios.
Durante el sexenio de López Obrador, la meta de aumentar las ANP fue alcanzada, llegando a 232 zonas protegidas. Sin embargo, como señala Chacón, «crear más áreas sin los recursos adecuados no resuelve el problema de conservación; lo profundiza.»
La brecha entre la expansión territorial y la capacidad presupuestal es un desafío que pone en jaque la biodiversidad y el patrimonio natural del país, dejándolos expuestos a amenazas crecientes.
Con información de El Sol de México
