Aún hay Atayde para rato

El circo termina temporada en Tuxtla y aún alberga la esperanza de que el negocio siga siendo redituable a pesar de las complicaciones que han enfrentado en años recientes, incluso legislativas

Óscar Aquino / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]l público salió de la penúltima función que el circo Atayde presentó en Tuxtla Gutiérrez este martes. Al pasar por la mesa donde está el director general del circo en la zona sur del país, don Antonio Flores Orozco, una familia le agradece por el show que acababan de ver. Don Toño les pregunta si la pasaron bien en la presentación, ellos responden que sí. Antes de despedirse, observan la pequeña galería fotográfica en la que se ven recuerdos del circo en otras épocas.
Este fue el último día de la primera gira del año para el circo Atayde Hermanos, al menos en su representación de la zona sur de México. Después iniciarán temporada en Tapachula, el próximo 26 de enero.
Los resultados de las presentaciones en la capital parecen ser buenos. Según don Toño Flores, contaron con buena afluencia de visitantes y quienes fueron salieron siempre con gestos de alegría después del show.
Ellos siguen adelante a pesar de que, en 2015, cuando se activó la prohibición en el uso de animales para espectáculos circenses, vivieron la crisis más fuerte de su historia, no sólo ellos, sino que el 85 por ciento de la industria cayó en crisis. Muchos tuvieron que cambiar de trabajo, otros se fueron a circos de otros países y hubo quienes se quedaron sin nada.
Aquel decreto impulsado por el Partido Verde Ecologista como una supuesta estrategia para defender a los animales de posibles maltratos, cambió la vida adentro del circo y en el público que estaba acostumbrado a presenciar espectáculos con animales.
«Después de la prohibición y de todo lo que pasó, vino algo muy terrible para toda la gente de circo. Lo más terrible fue la campaña de desprestigio que hicieron en contra de la gente de circo, que éramos gente mala, que no les dábamos de comer, que a los animales los torturábamos», comenta don Antonio con cierta nostalgia.
Todo cambió radicalmente en el entorno circense nacional. «Viene una etapa muy triste para el circo. También la gente tenía el concepto de que somos gente mala. El 2015 fue terrible para nosotros».
Ante las dificultades, don Antonio se sintió a punto de rendirse y dejar el negocio que ha sido, literalmente, su vida, pues él nació en una carpa de circo, en el municipio de Mazatán, hace 63 años. «Había incertidumbre y había angustia».
También sentía tristeza por haber tenido que despojarse de los animales, a cuya presencia ya se había acostumbrado pues en épocas anteriores usaron elefantes, leones, tigres, jirafas, monos, camellos y otras especies. A todas las cuidaron integralmente.
Pero el amor por lo que hace, lo impulsó a buscar la manera de adaptar una nueva rutina de números para mantener vivo al circo, en el que también trabajan su hijo e hija.
«Llegó el momento en el que dije nos quitaron los animales, pero no nos quitaron las manos. Vamos a seguir trabajando. La lucha ha sido muy intensa y muy fuerte. Hay un pensamiento de un niño y un artista de circo. Está el niño con el payaso y el niño le pregunta a su papá, qué cosa es rendirse, el payaso le contesta: No sé lo que es eso, nosotros somos gente de circo». A partir de entonces comenzó la nueva etapa del circo Atayde Hermanos, ahora sin animales y con otro tipo de atracciones.
Don Antonio despide a los últimos espectadores que salen de la carpa. Momentos más tarde, empezó la última función. Ese es uno de los pocos circos que aún siguen trabajando normalmente e incluso ha alcanzado a equilibrar sus finanzas a base de trabajo puro y duro. Pero a muchas otras empresas no les ha ido así de bien.
«De 300 circos que habíamos, debemos quedar en gira unos 35, 40 circos, de los cuales, el 85 por ciento andan todavía en una crisis muy difícil, nada más el 12 o 15 por ciento andamos ya más nivelados, de hecho, el circo ya se encuentra entre los que están nivelados».
Ahora que las cosas están mejor que antes, don Antonio vuelve a tener confianza en que habrá circo Atayde para mucho más tiempo. Eso es su vida y por ningún motivo quiere perder la oportunidad de vivir de una actividad que ha sido parte de toda su vida.

FRASE
«De 300 circos que habíamos, debemos quedar en gira unos 35, 40 circos, de los cuales, el 85 por ciento andan todavía en una crisis muy difícil, nada más el 12 o 15 por ciento andamos ya más nivelados, de hecho, el circo ya se encuentra entre los que están nivelados». Antonio Flores Orozco. Director General del Circo Atayde Hermanos, gira sureste.

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