La reciente reforma aprobada por el Senado divide opiniones: se celebran avances en ciencia, igualdad y digitalización, pero críticos advierten sobre riesgos de concentración de poder y falta de presupuesto adecuado
Aquínoticias Staff
El Senado aprobó una de las reformas administrativas más ambiciosas en años, proponiendo la creación y transformación de secretarías federales. La medida busca fortalecer áreas clave como anticorrupción, igualdad de género, ciencia y tecnología, así como digitalización, pero también ha generado un debate polarizado.
Entre los puntos destacados está la transformación de la Secretaría de la Función Pública en la nueva Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, un movimiento que, según el senador morenista Manuel Huerta, busca atacar de raíz “las prácticas corruptas que han marcado la historia de México”. Esta dependencia absorberá las funciones del INAI, cuya desaparición ha sido objeto de controversia.
Además, se eleva al rango de secretarías al Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología y Humanidades (CONACYTH) y al Instituto Nacional de las Mujeres (InMujeres), reconociendo su papel central en el desarrollo nacional.
Por otro lado, la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, otra de las novedades, se propone liderar la digitalización en México, alineándose con tendencias globales para optimizar procesos gubernamentales y expandir la conectividad.
Para los defensores de la reforma, estos cambios representan “una modernización institucional que coloca a México a la vanguardia en áreas estratégicas”, afirmó la senadora morenista Citlalli Hernández.
La oposición, aunque no completamente opuesta, ha señalado preocupaciones significativas. Uno de los puntos más criticados es el impacto de absorber las funciones del INAI en la nueva Secretaría Anticorrupción, lo que algunos ven como un debilitamiento de los órganos autónomos.
La priista Carolina Viggiano expresó: “Concentrar funciones en el Ejecutivo pone en riesgo la independencia de la información y los datos personales”. Además, destacó que esta transformación podría dificultar la rendición de cuentas al eliminar un contrapeso clave.
Otro problema señalado es la falta de presupuesto claro para garantizar que estas secretarías cumplan con sus objetivos. El senador del PAN, Damián Zepeda, criticó que iniciativas como la Secretaría de las Mujeres puedan quedarse en “simples discursos demagógicos sin recursos suficientes para operar”.
La reforma, aprobada por Morena y sus aliados con el rechazo de 39 votos en el Senado, plantea interrogantes sobre el equilibrio de poderes y la asignación de recursos en un contexto de austeridad. Si bien la intención de fortalecer áreas como ciencia, igualdad y lucha contra la corrupción es bien recibida, el temor a una excesiva concentración de poder y el posible debilitamiento de la transparencia permanecen como sombras sobre esta ambiciosa reestructuración.
Con información de El Imparcial