Tras rumores de su salida por el percance con la ultramaratonista rarámuri, la directora del Deporte en Chiapas ofreció disculpas y viró el discurso hacia inclusión y dignidad
AquíNoticias Staff
En Chiapas, el deporte vivió un episodio que pudo terminar en destitución. La directora del Instituto del Deporte, Bárbara Altúzar, enfrentó rumores de salida tras el percance con la ultramaratonista rarámuri Lorena Ramírez. La presión pública apuntaba a una injusticia: que ella pagara sola los platos rotos mientras otros responsables quedaban intactos.
La salida no se concretó. En su lugar, llegó una disculpa pública. “Reconozco con humildad los errores y asumo la importancia de corregirlos”, expresó la funcionaria en un comunicado oficial, donde también ponderó la trayectoria de Lorena Ramírez.
La atleta rarámuri, reconocida por correr ultramaratones con huaraches tradicionales y vestimenta de su comunidad, fue descrita por Altúzar como un referente que trasciende cualquier frontera: “Su presencia dignifica cualquier escenario deportivo y cultural”.
El discurso oficial giró entonces hacia la inclusión y la dignidad. “El deporte debe unirnos como sociedad”, afirmó la directora, alineando su postura a la visión humanista del Gobierno de Chiapas.
Una jugada política para recomponer imagen y tender puentes en tiempos donde la sensibilidad social pesa más que el cálculo burocrático. La pregunta que queda en el aire es inevitable: ¿habrán aprendido la lección?
