Este es el caso de un cocodrilo que fue visto como invasor en su propio hábitat debido a la urbanización en Puerto Arista, Chiapas, un hecho no aislado en tierras turulas
Marco Aquino / Aquínoticias
En tierras turulas, específicamente en Puerto Arista, municipio de Tonalá, Chiapas, ocurrió un hecho, el cual no es aislado. Un cocodrilo fue considerado invasor en su propio hábitat natural.
Se trata de Bebedoko, un cocodrilo real (C. acutus), de 3.11 metros de largo. -No obstante, es probable que hubiera medido 30 centímetros adicionales, ya que su cola está amputada en la parte distal, presumiblemente por el ataque con un machete-.
Bebedoko solía vivir en los remanentes de humedal costero entre manglares y las casas, un hábitat que fue transformado en lo que hoy es Puerto Arista.
Cada año este sitio se inunda como parte de la dinámica natural del humedal por efecto de la lluvia, lo que ampliaba ligeramente el territorio de Bebedoko. Espacio que esta cercado por barreras físicas y otros elementos hechos por el ser humano.
Esta interacción pronto creó tragedia. Al ser un depredador en algún momento tenía que toparse con los animales de cría humana, siendo unos perros domésticos los desafortunados, provocando una cacería en su contra como represalia.
Afortunadamente Bebedoko fue rescatado a tiempo por un grupo comunitario de participación social que sabe sobre la importancia de los cocodrilianos en el mantenimiento de los ecosistemas, quienes se han capacitado en temas de atención a varamientos de megafauna marina e interacciones humano-cocodrilo.
Tras el rescate, el ejemplar fue mantenido en observación en las instalaciones el campamento tortuguero federal. Durante este tiempo regurgitó aproximadamente 3 kilogramos de basura (toallas, pañales y bolsas nailon), contenido que se presume fue ingerido accidentalmente, ya que su hábitat también es utilizado como vertedero.
Finalmente el día 29 de octubre, Bebedoko obtuvo su final feliz. Fue trasladado a un nuevo hogar, un ambiente donde aún se mantienen los elementos naturales del paisaje: canales, esteros, bosques de manglar, entre otros.
Cabe hacer mención que derivado de estudios de monitoreo poblacional de la especie, se sabe que el sitio donde fue liberado mantiene una población viable de ejemplares adultos de cocodrilo de río, por lo que se espera que en este lugar tenga mayores y mejores oportunidades de supervivencia.
Por otro lado, pese a los servicios ecológicos que prestan los cocodrilianos, como mantener vivos los cuerpos de agua, actualmente estos se encuentran en vías de extinción, debido a la invasión de sus hábitats y la caza derivado del miedo o el desconocimiento de la importancia de estos reptiles.
