Expertos nos hablan de las consecuencias de utilizar el bicarbonato como blanqueador
Lucero Natarén / Aquínoticias
El doctor Alejandro Benavides Ríos, especialista en prótesis maxilofacial, y cinco de sus alumnos de la Clínica Periférica Vallejo de la Facultad de Odontología de la UNAM, explican que todos los tratamientos para blanquear los dientes, sin excepción de alguno, dañan la estructura del esmalte de estos. Señalan también que tener los dientes en tonos: amarillo, marrón, gris e inclusive con ciertas tonalidades azules, no deberían ser problema, ya que estos son colores naturales, apunta Benavides.
Y no solo eso, advierten y ponen de ejemplo que usar blanqueamientos dentales es como aplicarle ácido muriático al excusado. “El blanqueamiento con una sustancia corrosiva (peróxido) desmineraliza la superficie dental. El daño puede ser irreversible y afectar la calidad de vida de quien se blanquea los dientes”.
Con respecto a los tratamientos con bicarbonato o con polvo de tortilla quemada, los expertos señalan que estas son sustancias muy abrasivas, “porque el tamaño de esas moléculas es muy grande. Puede lograrse un cambio de color, pero si el cepillado es de violín y fuerte, causará un surco en el cuello del diente; es como una lija de agua. Por lo tanto, no deben utilizarse. Es mejor cepillar solo con agua o un poco de pasta dental”.
Dentro de los hallazgos encontrados por la estudiante Diana Laura Vallejo, el blanqueamiento dental con peróxido de hidrogeno o carbamida puede provocar: hipersensibilidad dental, cambios morfológicos, disminución en el metabolismo de celular odontoblásticas (formadoras de dentina), debido al estrés oxidativo y a la presencia de especies reactivas de oxígeno. Así como daños en tejidos, como el periodonto (tejidos de soporte de los dientes: hueso, encía y ligamento).
Por otro lado, Valeria Miranda Aceves indica que hay alimentos, bebidas y sustancias que pigmentan los dientes, dentro de estos están el café, tabaco, té, vino tinto y los refrescos de cola.
Dentro de las advertencias más fuertes que realizaron se encuentra, según José Ramón Acevedo, el blanqueamiento tiene caducidad, puede causar reabsorciones cervicales e inflamación en los dientes jóvenes y tejidos periodontales. Y, cuando se aplica calor en el tratamiento de dientes no vitales, pueden provocarse quemaduras térmicas, químicas o un daño significativo en los tejidos blandos.