El INE aprobó una nueva boleta para elegir jueces de Distrito. Sin embargo, su diseño complejo y requisitos técnicos podrían causar confusión, votos nulos y desconfianza, según consejeros
Aquínoticias Staff
El Instituto Nacional Electoral (INE) dio luz verde a una nueva boleta para la elección de jueces de Distrito, pero lo que parecía un paso hacia la modernización electoral se ha convertido en un dolor de cabeza para consejeros y ciudadanos. Con un diseño intrincado, requisitos técnicos y una estricta cuota de género, la boleta judicial ha generado preocupación por su potencial para confundir a los votantes y aumentar los votos nulos.
La boleta, que varía entre tamaño carta y media carta según el distrito, introduce un sistema de votación que rompe con la tradición. En lugar de marcar nombres, los ciudadanos deberán registrar números correspondientes a sus candidatos preferidos. Además, cada especialidad judicial está representada por un color específico: morado para administrativa, anaranjado para civil, azul para tribunales mixtos, verde para penal y amarillo para trabajo.
Aunque los colores buscan facilitar la identificación, algunos consejeros han advertido que esta saturación de información visual podría tener el efecto contrario. «Es como si les diéramos un examen de óptica en lugar de una boleta electoral», comentó un consejero durante la sesión de aprobación.
Uno de los puntos más polémicos es la posibilidad de que algunas especialidades no tengan candidatos disponibles. Esto dejaría a los votantes en un limbo, sin saber cómo proceder al enfrentarse a opciones vacías. Además, la boleta exige una estricta paridad de género: los electores deben elegir exactamente 5 mujeres y 5 hombres, sin margen de error.
Este requisito, aunque bienintencionado, podría generar frustración. «¿Qué pasa si no hay suficientes candidatos en alguna categoría? ¿O si los votantes no están convencidos de las opciones disponibles? Esto podría desincentivar la participación», señaló otro consejero.
La complejidad del diseño no solo podría confundir a los votantes, sino también aumentar el número de votos nulos. Los ciudadanos, al no entender las instrucciones o enfrentarse a opciones incompletas, podrían dejar boletas en blanco o cometer errores al registrar los números.
Además, el proceso de votación, que difiere significativamente de las elecciones tradicionales, podría desalentar a aquellos que no estén dispuestos a invertir tiempo en descifrar cómo funciona. «Si la gente no entiende cómo votar, simplemente no votará», advirtió un experto en participación ciudadana.
Aunque el INE ha defendido la boleta como un avance hacia la precisión y la transparencia, muchos cuestionan si el diseño no está sacrificando la claridad en aras de la complejidad. En un contexto donde la confianza en las instituciones electorales es crucial, cualquier error podría tener consecuencias graves.
Las boletas para jueces de Distrito y magistrados de Circuito serán sometidas a votación en los próximos días, pero el debate ya está servido. Mientras tanto, los ciudadanos se preparan para enfrentarse a un proceso electoral que, más que un ejercicio democrático, parece un rompecabezas de colores, números y género.
¿Estará el INE a tiempo de simplificar el proceso, o será esta elección un experimento costoso en términos de participación y credibilidad? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, una cosa es clara: votar nunca había sido tan complicado.
Con información de Azteca